Los detalles de la Sputnik Light: llegada al país y diferencias con la Sputnik V
Es menos efectiva que la V y no requiere de condiciones especiales de almacenamiento ni transporte, lo que facilita su distribución.
Rusia aprobó la Sputnik Light, una vacuna de única dosis que aporta cerca de un 80% de efectividad contra el SARS-CoV-2 y que no requiere de condiciones especiales de almacenamiento ni transporte, lo cual facilita su distribución en el mundo.
Aún se desconoce cuándo podrían llegar los primeros lotes de esta vacuna a la Argentina, que ya envió al productor unas 21.000 dosis de antídotos, que fueron envasados en el país y que esperan las pruebas de calidad en el Instituto Gamaleya. En caso de ser aprobadas, la Argentina podrá producirlas a partir de mitad de año.
Según informaron desde Rusia, la monodosis de Sputnik Light tiene una eficacia declarada del 79,4%, mientras que la Sputnik V (de dos dosis) alcanza una protección del 97% con ambas aplicaciones. Las dos son altamente recomendables para inmunizar a las poblaciones y, de esa manera, reducir significativamente la gravedad de la enfermedad en caso de infectarse con el virus, así como también la posible mortalidad.
De acuerdo con el comunicado del Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), el preparado protege contra las cepas del COVID-19 conocidas hasta ahora. Así se desprende de los resultados de los análisis efectuados por el Instituto Gamaleya de Rusia, desarrollador del antídoto.
El director del RDIF, Kirill Dmitriev, consideró que esta versión “reduce considerablemente la probabilidad de casos graves que conducen a una hospitalización”. Y remarcó: “Sputnik Light no requiere de condiciones especiales de almacenamiento y transporte y tiene un precio asequible de menos de 10 dólares”, lo que facilitaría su distribución en los países más necesitados y afectados por el virus. Según el director del Centro Gamaleya, Alexandr Ginzburg, la Sputnik Light puede ser una buena opción tanto para la vacunación inicial como para la revacunación.
Por su parte, el infectólogo Antonio Montero (M.P. 8.249) le dijo a Con Bienestar que aún no ha trascendido cuándo podrían llegar a la Argentina, aunque el gobierno ya estaría negociando su entrada al país. En lo que respecta a la efectividad de casi el 80%, señaló que todas las vacunas Sputnik tienen “una filosofía que es idéntica”: “Se basan en tomar adenovirus humanos, que son aquellos que causan el resfrío común, hacerlo defectivo sacándole los genes que les permiten ser invasivos y contagiar, y en el interior de ese virus se lo combinan con un ácido ribonucleico mensajero, un tipo de ácido nucleico que codifica la proteína de la espícula del virus SARS-CoV-2”.
Para el especialista, la Sputnik funciona así: “Al ingresar al organismo, un macrófago, una célula inicial del sistema de defensa reconoce al virus como algo ajeno al organismo y lo fagocita, se lo come. Y luego empieza a caminar con el ARN mensajero en su interior produciendo las proteínas de la espícula viral y lleva a estas proteínas en su membrana hasta que encuentra un linfocito de los que están preparados para reaccionar contra este antígeno en particular. Se lo presenta, el linfocito prolifera y así genera inmunidad”.
En lo que refiere a las diferencias entre ambas Sputnik, dijo: “La vacuna de la serie inicial (es decir, la V) tiene dos adenovirus diferentes. La vacuna nueva (la Light) funciona igual, ya que tiene la misma filosofía en su diseño. Lo que cambia es que ha sido probada con las diferentes variantes del SARS-CoV-2 y por lo que dicen los fabricantes, es igualmente efectiva para todas las cepas. Lo que tiene es un poco menos de eficacia: en lugar de alcanzar el 97% de la Sputnik V de dos dosis, tiene 79,4%, lo que la convierte en una vacuna un poco menos efectiva. Su gran ventaja es que no requiere de ninguna condición especial para su traslado”.
En ese sentido, el infectólogo aclaró que cuando se habla de la efectividad de una vacuna, hay que tener cuidado. “En un trabajo de investigación siempre tenemos lo que se conoce como una variable de salida o punto final, que es aquella condición que consideramos que una vez cumplida, termina el estudio. Puede ser la muerte del paciente o en el caso de las vacunas, la no infección, la infección sin síntomas, la infección con enfermedad leve o la infección asintomática. Depende de cuál elijamos, nos va a dar un porcentaje muy diferente de efectividad. Todas las vacunas son efectivas si uno considera que evitan la muerte y la enfermedad grave o la internación en terapia intensiva”, precisó el especialista.
Por su parte, el infectólogo Hugo Pizzi (M.N. 54.101) le dijo a Con Bienestar que la Sputnik Light tiene siete particularidades: es monodosis; está constituida con adenovirus A 26 (lo mismo que la primera dosis de la Sputnik V); en 28 días alcanza una efectividad del 80%; es eficaz contra las nuevas cepas; cuesta menos de 10 dólares la dosis; no registra reacciones adversas; y, no requiere de almacenamiento.
En tanto, Montero consideró como un punto muy positivo el hecho de que esta nueva vacuna no tiene complejidades en lo que refiere a la logística para su distribución: “Si bien es un poco menos efectiva, es mucho más fácil de transportar y manejar, así que son ventajas que se compensan con las desventajas. La otra diferencia con la Sputnik V es que en la Light el ácido ribonucleico está cambiado y el vector dicen que es el mismo, pero tal vez lo hayan modificado también”.
“Creo que la Sputnik Light fue diseñada para Rusia. Una cosa es vivir en Moscú y otra vivir en Yakutia, en la mitad de Siberia, y entonces tienen tremendos problemas de logística para el transporte y para distribuir en regiones remotas donde sin embargo hay movimiento de personas y hay casos y cada vez más contagios. Esto facilita muchísimo el transporte a regiones donde los niveles de infraestructura, de refrigeración y de transporte son muy limitados como en el caso del norte argentino y buena parte de la Patagonia”, expresó.
Por último, reveló que en la página oficial de la Sputnik Light señalaron que esta nueva vacuna está basada en el componente inicial, es decir, en el primero y que comenzaron a hacer el estudio cuando vieron los resultados positivos en la vacunación de varios millones de rusos que habían recibido solo una dosis de la V y a partir de ahí desarrollaron este antídoto. “Sin embargo, aclararon que la base de una vacunación completa es con la vacuna Sputnik V, la de las dos dosis”, concluyó.
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