Los delincuentes que pertenecen a la comunidad gitana aplican "la bolsita": el método para hacerse ricos
Se trata de los secuestros virtuales que se multiplicaron y se expandieron hacia ciudades y pueblos del interior del país.
"La bolsita" así se popularizó entre la comunidad gitana el método de robo que implica hacer un llamado falso argumentando que se tiene secuestrado a un familiar y pedir rescate, los secuestros virtuales. Es que quienes llevan adelante este tipo de estafas recogen el pago en bolsas.
"Empezaron 'los pibes'", cuenta Gabriel quien es gitano, al diario Clarín. "Los pibes" que nombra son los jóvenes que robaban casas engañando a personas mayores. "Pero después se hizo moda y se expandió; entre los que nunca habían hecho nada malo, también".
Gabriel relata que conoce gente de su colectividad que pasó de ser humilde a moverse en camionetas que cuestan 600 mil pesos. Y agrega que hay quienes invirtieron el dinero en casas y autos, algunos incluso tienen galpones llenos de vehículos.
Esta actividad se habría adoptado de las cárceles y se expandió entre las familias que delinquen. Con datos como el nombre y la dirección llaman por la madrugada y piden rescate. Esto se realiza por zonas y en una manzana puede haber varias personas que "pican" (que creen en el relato de los delincuentes) y entregan dinero en una bolsa que depositan en la vereda.
"Muchos se ensañan con la gente", dice Gabriel. "Después de recibir 'la bolsita', le exigen más. 'Sabemos que tenés más. Tu hija nos dice que tenés más', dicen, y le cobran dos o tres veces más", aclara sobre la operatoria que sigue creciendo.