DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Los "chorros" en la calle; las víctimas, encerradas

Expertos en los "cuentos del tío", están libres. Violentos en extremo, son Daniel, Vanesa y María.

Por Mauro Szeta
@mauroszeta

Su habilidad delictiva es un cuento del tío planificado al detalle. En la jerga policial, los bautizaron "La banda de la gitaneada". Hábiles para cometer estafas, se sentían impunes. Venían robando una y otra vez con la misma técnica. Sus víctimas preferidas, las personas mayores, por lo general, mayores de 70.

El engaño era el siguiente: elegían a las víctimas, las marcaban y ponían en marcha el plan delictivo. Se hacían pasar por empleados bancarios. Llamaban a las víctimas y les decían que los convocaban del banco para retirar el dinero de sus ahorros a la brevedad, porque se venía "un nuevo corralito bancario".

Para asegurarse la maniobra, en algunos casos, se hacían pasar por familiares de las víctimas y las llamaban asegurándoles que estaba todo bien, y que el banco los esperaba para la extracción de dinero. Así atacaron el 15 de noviembre y el 23 de abril.

De la primera víctima, una mujer de 85 años, se quedaron con 200 mil dólares que ella misma, mansamente, les entregó de su caja de seguridad convencida de que eran empleados bancarios. Fue en Palermo. De la segunda víctima, se llevaron 300 mil dólares con la misma operatoria. Fue en Barrio Norte. Cuando declararon, las dos personas estafadas recordaron la voz ronca del jefe de la banda y su cara poceada. Así el calendario llegó al 7 de mayo.

Ese día, parecía que el raid delictivo del trío terminaba por un rato, pero no fue así. Las víctimas fueron un matrimonio. El "verso", el mismo de siempre. En este caso, la pareja entregó, también mansamente, 120 mil dólares que sacaron de un banco del centro porteño. En un tramo de la maniobra, las víctimas que estaban como rehenes en una camioneta, se dieron cuenta que algo raro pasaba. Al hombre lo tiraron de la camioneta, y le aplicaron gas pimienta para despojarlo de la plata. A la mujer, se la sacaron de encima unas cuadras más adelante, en Córdoba y Anchorena. Por los gritos de la rehén, intervino la policía y empezó una persecución de película que terminó con un choque, casi en la esquina de la comisaría 19a, en Charcas y Anchorena. Daniel, Vanesa y María fueron detenidos.

El fiscal Carlos Donoso Castex los acusó de los delitos de "robo agravado por el uso de arma (gas pimienta), lesiones, privación ilegal de la libertad y resistencia a la autoridad. Los tres acusados marcharon presos, pero sólo por 24 horas. En una decisión cuestionada y apelada por el fiscal, la jueza del caso Karina Zuconi, liberó casi en el acto a los acusados.

Entendió que era un robo simple, los notificó de la formación de la causa, y descartó los otros delitos, y los mandó a sus casas, sin indagarlos. El delito de robo simple le permitió excarcelarlos en tiempo récord.

Ahora, el trío estafador está en la calle. El colmo del caso, es que por el miedo que tienen, las víctimas del último episodio, viven con custodia policial, casi encerrados en su casa. Un verdadero despropósito.