Los chicos y las apuestas: ¿de quién es la plata?
El juego online muestra situaciones más complejas que el juego presencial, pero también está funcionando como un espejo que nos interpela.
El juego online en los chicos, la afectación en su salud mental y en sus vínculos, nos convoca a pensar en una arista particular: ¿De quién es la plata que apuestan?
Cuando atendemos ludópatas adultos, que trabajan, y apuestan sus sueldos, y piden préstamos con sus documentos, y roban frente a la desesperación de las deudas contraídas, queda claro que el dinero (haga lo que haga con él), y las deudas, son de él/ella.
El tema de la plata es central en los tratamientos de ludopatía, tan central que es una de las razones por las que se arman dispositivos para la familia.
Las deudas son del jugador, las estafas son del jugador, las carencias posteriores son también del jugador; la familia acompaña, ordena, limita, contiene, pero no debe confundirse ni confundir.
Ahora bien ¿de quién es la plata que apuestan los pibes de 13, 15 años? ¿de quién es la tarjeta que "sacan" para seguir apostando (detalle de color: de 10 casos, 9 son de la madre, así también es la madre la que suele hacer el primer contacto para pedir tratamiento)?
¿De quién es la deuda que el chico contrajo con sus amigos, primos, billeteras virtuales? ¿quién debe pagar? Claro, el chico no tiene su dinero porque aún no trabaja, y porque, sabemos, las apuestas no son una fuente de ingreso sino un entretenimiento (o deben serlo).
El juego online muestra situaciones más complejas que el juego presencial, pero también está funcionando como un espejo que nos interpela.
¿Desde qué edad la billetera virtual? ¿Por qué no el efectivo? ¿Por qué los chicos usan identidades de otros, por ejemplo sus padres, en la vida digital? ¿Por qué les prestan tarjetas y DNI para acceder a una red social, a una compra, a las apuestas, a ser cajero y cargar fichas de casino en los sitios ilegales?
¿Cómo podemos pretender entonces que luego, estos mismos chicos, comprendan claramente la diferencia entre "mi", "tu", y "su"? Que si contrajeron deudas con las apuestas, y apostaron dinero que los padres les transferían para comer, viajar, comprar un libro, habrá que organizar como se pagan, pero las deudas son de ellos. No, no es culparlos es responsabilizarlos.
Nos tocó ser padres en un momento histórico muy complejo, donde los límites están esfumados. La ludopatía en nuestros jóvenes nos muestra que no sólo ellos no nacieron de un repollo, sino también nosotros, los padres. Y el repollo-mundo no nos está cuidando, sino más bien nos está consumiendo para transformarnos en consumidores irreflexivos, anestesiados, impulsivos.
Despertemos si queremos seguir soñando, teniendo sueños, y que nuestros hijos también puedan tenerlos.
Lic. DÉBORA BLANCA
Directora de Lazos en juego
Ig deborablancalj
Youtube Débora Blanca
FB Licdeborablanca
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