Los caminos del desarrollo
*Por Teresa Pandolfo. Esta semana se celebró el Día de la Industria. La fecha encuentra al sector fabril en un buen momento y ésta es una excelente noticia.
El gobierno nacional ha tenido una política de defensa de la industria intrafronteras en momentos que se saben que todos los países buscarán ingresar sus productos prácticamente a precios de dumping. También se le debe reconocer a la Nación otra política complemantaria, generada desde la cartera laboral, que ayudó mucho a evitar los cierres de plantas durante la crisis del 2008.
¿Por qué el hecho de que le vaya bien al movimiento industrial es una excelente noticia? Porque toda industria es, conjuntamente, emprendimiento, es riesgo, es innovación permanente, es inversión en tecnología, es competencia ante terceros por los mismos mercados. Lo señalado tiene un efecto multiplicador inmenso pero, fundamentalmente, la industria es talento, empleo y servicios, lo cual también significa puestos de trabajo, en algunos casos no tan calificados como los que requiere la actividad fabril. Esta periodista ubica al empleo declarado y conforme a derecho, como la forma más genuina de distribución de la riqueza.
En la actualidad, el empleo es el bien más codiciado en los países centrales y su generación extendida, el propósito de más difícil cumplimiento. No se produce en los países de Europa, en los Estados Unidos o en la Argentina, en las mismas condiciones laborales que en Oriente e incluso como en algunos lugares de América latina.
Esta desventaja a la hora del comercio es el resultado de un trabajo permanente por los derechos humanos en el campo laboral, que se dio en Occidente y que todavía se encuentra como materia pendiente en muchas naciones del otro lado del mundo.