Los bebés de Florencia de la V
Los deseados mellizos Isabella y Paul Alexander Goycochea nacieron el pasado jueves 25 de agosto en California y ya se conocen las primeras fotos de los niños que cumplieron "el sueño más impresionante" de la capómica. Entrá a DiarioVeloz.com y mirá las imágenes.
"¡Quiero gritar al mundo que soy mamá!", señaló Florencia Trinidad según afirma GENTE, feliz como nunca con el último sueño que le quedaba por cumplir.
"Ya soy mamá. Aprendí que ahora mi vida ya no es mía, porque la consagro a esas otras dos vidas que me la cambiaron por completo", contó emocionada junto a Pablo Goycochea, su marido desde el pasado 28 de junio.
Después de tanta expectativa, los bebés llegaron. Porque no fueron solo nueve meses, sino un tiempo largo que la capocómica debió esperar para que se dieran una serie de elementos junto a la vez: la consolidación profesional y de pareja, el matrimonio y el documento, entre otros.
"Es mi hijo", dijo con al escuchar un llanto en la clínica Cedars-Sinai, cercana a Los Angeles, en la que "cortaba clavos" junto a su marido.
Los mellizos nacieron por cesárea, adelantándose once días a la fecha pautada por el obstetra. Paul Alexander nació a las 9:07 y pesó de 3,100 kg, y un minuto más tarde lo hizo Isabella con 2,900 kg.
"No podía dejar de llorar. Me temblaban las piernas. Cuando los tuve a los dos sobre mi pecho sentí algo que no puedo describir, pero que guardaré por siempre. Nada es comparable", dijo Florencia. "Sí, quiero gritar al mundo: soy mamá!'. El sueño más importante de mi vida se hizo realidad", compartió en Twitter, aún en la clínica y sin apartarse del área de Neonatología.
Sobre la vida nueva que tiene por delante junto a su pareja y el apoyo de la gente que sintió más fueret que nunca todo es tiempo, 350 mil la siguen en Twitter, Flor expresó: "Me emociona sentir el cariño que la gente les tiene a mis hijos. Y eso es lo que me hace sentir querida en mi país, mucho más que millones de aplausos", confiesa y agrega: "Luché por ellos, y están acá. Es lo más grande que la vida pudo regalarme. No puedo evitar los prejuicios, pero pido que no falte el respeto en las opiniones. Ellos tienen salud, yo soy feliz, ¿qué más puede importarme?".