Los andes Araceli González: "Estoy cada vez más Sally"
*Por Mariana Guzzante. En dupla con Raúl Taibo, la modelo y actriz protagoniza la versión teatral del filme romántico "Cuando Harry conoció a Sally".
No, no es la novia de América, como lo fue Meg Ryan en los ‘90. Pero Araceli González sí se anima en estos días a encarnar a Sally en la obra teatral que adapta esa inolvidable comedia romántica que dirigió Rob Reiner.
Rostro dulce y sonrisa compradora: bastan esos dones para que Araceli interprete al encantador personaje creado por la guionista Nora Ephron. La película, que en 1990 fue protagonizada por Ryan y Billy Cristal, activó en el imaginario colectivo un asunto siempre picante: ¿existe la amistad hombre/mujer? Primer disparo de éxito. El segundo, más allá del ritmo del guión, fue la química de la pareja protagónica y una escena emblemática que todos recordarán.
Raúl Taibo, a su vez, aceptó el reto de argentinizar ese chispeante papel de Cristal, un amante desnortado que, siempre al borde del cliché, nunca abandona la gracia.
Ahora, las luces del camarín iluminan a una Araceli de 43 años que luce siempre menor. Más, al salir a escena en "Cuando Harry conoció a Sally".
"Raúl y yo estamos 1 hora 40 arriba del escenario, así que me esfuerzo mucho por mantener la línea, por no distraerme con nada", dice la actriz al pensar el desafío teatral que está transitando.
Hay que recordar que la versión que veremos hoy está escrita por la misma guionista de la película original, que los diálogos, las escenas y los climas son los mismos y que la puesta argentina casi no ha intervenido en el tejido argumental. "Lo único que podemos decir como diferencia mínima es que la acortamos un poco; en vez de durar dos horas como en Estados Unidos (donde incluso hay un break) aquí dura veinte minutos menos".
Eso no impide que los momentos fundamentales se luzcan.
- ¿Cómo te sentó la escena del bar?
- Bueno, esa es una escena emblemática, pero yo no quise que me devorara, que toda mi concentración fuera a parar ahí. Lo que hice fue trabajar mucho los aspectos del personaje, todos ellos. Me siento bastante identificada con Sally, con sus manías, con sus estructuras. También tiene que ver con la edad.
- ¿Y cómo percibís a Taibo en el papel de Harry?
- Ah...: nos divertimos. Raúl es Harry, estúpido como Harry.
Ríe, sabiendo que ése es el gancho que la comedia tira. "Es muy interesante lo que pasa con el público: están los que la vieron de chicos (como yo) y están los que no la vieron nunca: todos se divierten por igual, la obra no envejece".
- ¿Alguna vez te enamoraste de un amigo?
- ¿Vos sabés que no? Es que cuando siento algo ya inmediatamente paso a otra cosa. Y ojo que sí creo en la amistad, tengo amigos hombres, pero sé que su rol es el de darte siempre otra perspectiva.
- Y ¿qué te han dicho últimamente?
- Que estoy cada vez más Sally.
Ahora que vive en Pilar, con su hijo (hijo de Adrián Suar) y su pareja, el actor Fabián Mazzei, sigue sintiéndose una muchacha del Oeste. La misma que a principios de los ‘90 apareció en la TV junto a la generación Suar.
"A veces pienso que me gustaría bajar el nivel de trabajo..., pero mi laburo me apasiona". Sin embargo, durante dos años estuvo sintiendo los síntomas del stress y juró no volver a ese límite.
Uno de sus placeres, ahora, es adentrarse en el teatro de miércoles a domingo y descubrir desafíos renovadores. No sólo los suyos, sino también los de Flor (Torrente, su otra hija) también actriz.
Araceli, recordemos, empezó a los 12 animando fiestas infantiles, después de caminar varias publicidades se convirtió en modelo y ya no paró. La fama la descubrió con el aviso de los jeans By Deep -pelo cortísimo, pantalón ajustado, body paiting-, y en el ‘91 Canal 13 le acercó un ‘papel juvenil’.
A poco de que Meg Ryan expandiera a Sally, Araceli debutó en "La banda del Golden Rocket". Más tarde le llegaría el protagónico de "Nano", personaje que encaró con seriedad formándose "con clases de actuación y de lengua de señas".
Consiente, igual, que nunca fue de esas chicas que soñaban con ser actriz. Pero digamos que el oficio la fue alcanzando oportunamente -en "Amas de casa desesperadas" y "Mujeres asesinas", por ejemplo- sin que por eso dejáramos de verla en las publicidades de yogures saludables.
Puede que la obra que hoy la trae a Mendoza le siente bien. "Es una comedia indestructible".