Los 20 años de arteBA
Con el mismo ímpetu de dos décadas atrás, la feria de arte contemporáneo abre hoy sus puertas en la Rural de Palermo
La Fundacion arteBA está cumpliendo 20 años en la organización de la más importante feria de arte contemporáneo argentino, que convoca a decenas de miles de espectadores atraídos por un mágico universo de mensajes culturales. La disposición inicial hacia lo nuevo y la apertura a lo distinto que estaban en el origen de arteBA se mantienen inalterables hasta hoy.
Este encuentro anual es un destacado ámbito de confluencia para artistas, galeristas, coleccionistas, críticos de arte, mecenas, curadores, periodistas especializados, directores de museos, visitantes extranjeros y también público en general. Contemplar la nueva producción de arte y, en muchos casos, comprar esa producción -las obras de arte son una presencia que hace más gratos los ámbitos donde el hombre debe desarrollar sus quehaceres y su vida en general- se ha transformado ya para muchos argentinos en una querida costumbre.
Inicialmente, arteBA fue un sueño de Jacobo Fiterman, a quien corresponde hacer un justo reconocimiento; a aquella primera conducción le siguieron las de Juan Cambiaso, Andrés von Buch y Mauro Hertlizka, cada una con sus respectivas improntas. Actualmente, de la mano de Facundo Gómez Minujin y con un generoso y desinteresado equipo conducido por Teresa Frías, el desafío que impone montar esta muestra cobra nueva actualidad.
Desde estas columnas, a lo largo de estos 20 años, se ha destacado el protagonismo que adquiere la creatividad de los artistas convocados y el valor de la contribución privada. El apoyo empresario que lideró, en las primeras ediciones, el MBA Banco de Inversiones (hoy MBA-Lazard), fue muy importante, tanto por el aporte económico como por el ejemplo brindado a la comunidad de negocios que siguió sus pasos. Hoy, empresas destacadas como Citibank, Mercedes Benz, Petrobras, Chandon, Zurich, entre otras, promueven la labor de los artistas jóvenes, distinguiéndolos con montos que han ido creciendo, adquiriendo obras, auspiciando becas, cursos y jornadas en museos del interior del país, en un inteligente afán por profesionalizar las tareas en los museos y estimular el desarrollo de los artistas en el resto del país. También el Museo Nacional de Bellas Artes acompaña indirectamente esta iniciativa al disponer de fondos para adquirir obras en arteBA.
Ni las crisis económicas ni las financieras han logrado echar por tierra los esfuerzos de arteBA. De ellas siempre ha salido airosa y fortalecida, evidenciando que el arte sigue siendo un excelente refugio para el espíritu y también para las inversiones.
La paulatina internacionalización de la feria es casi sinónimo de la internacionalización del arte contemporáneo argentino. Veinte años de trabajo detrás de un objetivo preciso han contribuido para ello y se continúan con el mismo ímpetu y lozanía en esta nueva edición de arteBA que hoy abre sus puertas en Palermo.