Los 10 obstáculos que complican a la Selección Argentina después de un frustrado debut
Argentina sintió como una derrota el empate ante Islandia y ahora el segundo partido, contra Croacia, se transformó en "una final del mundo".
Por Enrique Gastañaga (Extraído de Clarín.com)
Mucho antes de lo previsto llegó la final del Mundial para Argentina. No será en el séptimo partido. Ocurrirá en el segundo, el jueves, contra Croacia, en Niznhi Nóvgorod. Ahora la Selección debe definir cómo sigue después de este empate contra Islandia que se siente como una derrota y que agita todos los fantasmas que se puedan imaginar. El dilema es cómo continuar. ¿Qué camino escoger? En principio, la realidad del juego les impone a todos un decálogo de ítems a considerar:
1) Cuidar a Messi. Es la primero. "Me siento responsable", dijo Leo por el penal errado. Es real: no fue el mejor Messi. Pero lo intentó todo, aunque con un bajón tras esa ejecución fallida. Si en realidad el 10 piensa lo que manifestó debieran hacerle entender que el problema no fue él, sino el equipo. También deberán protegerlo en la cancha, el DT ofreciéndole otras variantes y sus compañeros animándose a protagonizar.
2. Unirse más que nunca. Cuentan quienes se encuentran en las entrañas de la Selección que el foco de las declaraciones del técnico y de los jugadores coincide con lo que se plantearon en la intimidad en el mismo vestuario del estadio del Spartak. "Tenemos que hacernos fuertes", sentenció Jorge Sampaoli. "No está permitido caerse", señaló con fuerza Javier Mascherano". Suena todo genuino. Eso es lo más fácil de resolver.
3) Mano firme del técnico. Sampaoli seguro meterá mano en el equipo. Que lo haga sin miedos. El también se juega "su" Mundial. Lo peor que le podría pasar sería sentirse condicionado por varios históricos que de nuevo no aprobaron: Rojo, Biglia, Banega y Di María. A la vista quedó que hoy no garantizan lo que la Selección necesita. Al revés, ocurre con algunos nuevitos: si bien no aseguran producciones excelsas, al menos ya regalaron algunas señales diferentes en distintos momentos: Pavón, Lo Celso, Acuña. Le corresponde al DT analizar con claridad y resolver con precisión.
4) Sinceridad y grandeza. Si alguno de los históricos que no supieron contestar contra Islandia, no se siente pleno en lo físico, futbolístico y/o anímico, la Selección necesita que lo diga. Que lo plantee. Así ayudaría al entrenador y a los compañeros. Tal vez suena a utopía, pero si el grupo es tan fuerte como dicen, ¿por qué no?
5) Vivacidad para elaborar. Nadie por el medio se animó a charlar con la pelota y con Messi. Es un pecado. El doble 5 pensado para equilibrar al equipo, una mirada lógica, conspiró contra Leo. La vieja ley de la manta corta... Al lado de Mascherano, puede cerrarse Meza o puede entrar Lo Celso, ambos ya probados ahí, uno en prácticas y otro en amistosos.
6) Explosión para desbordar. Lo que genera Pavón apenas con algunos flashes es lo que le da vida a cualquier equipo. No le pesaron los minutos que entró en una situación adversa. Es una ilusión. ¿Sólo para jugar en el segundo tiempo? ¿De entrada? Y si es titular, ¿sale Di María o se reparten las bandas?
7) Reflejos. Es otro aspecto que ataca directamente al entrenador. Durante los partidos, también necesita la Selección su mano. ¿Era Banega quien debía entrar por Biglia, o de una podría haber ingresado Pavón y correrse Meza al medio, lo que hubiera permitido ganar una variante para luego por ejemplo buscar otra vuelta ante la exclusión de Di María? ¿Por qué Lo Celso, quien se insinuaba como titular hasta hace menos de una semana, no fue el reemplazante de Biglia?
8) Experimentar lo menos posible. Queda claro que a Salvio le cuesta una enormidad jugar de lateral derecho, ante una mínima exigencia ofensiva rival por su banda. De ahora en más, no importa el adversario, tal vez lo más razonable sea reponer en ese sitio a Gabriel Mercado.
9) La cabeza. Mente limpia, fresca, se necesita en una instancia tan caliente como será la del martes. Cuanto menor carga negativa del pasado, mejor.
10) Todo puede ser diferente. Lo sabe Sampaoli: jugará muy distinto Croacia a Islandia. Será otro desarrollo. Será otra partido. Es la final. Se adelantó. Es una pena, pero es verdad. Que sea otra Selección.