Logran un sorpresivo acuerdo para frenar el cambio climático
Contra todas las expectativas, la cumbre mundial de cambio climático que acaba de finalizar en Cancún logró forjar una serie de coincidencias para implementar los acuerdos del año pasado.
CANCUN- Contra todas las expectativas, la cumbre mundial de cambio climático que acaba de finalizar en esta ciudad logró forjar una serie de coincidencias para implementar los acuerdos que se alcanzaron el año pasado en Copenhague. El paquete de medidas (ver aparte) cobra aún más importancia si, como advierte la científica Vicky Pope, de la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña, en los últimos diez años se ha "subestimado" el calentamiento global.
Una parte de las investigaciones sobre el cambio climático se basa en observaciones y también en proyecciones derivadas de modelos computacionales. Y si bien el conocimiento avanza cada día más, para esta científica es necesario tener en cuenta la información más recientemente relevada. En su presentación -realizada durante un evento paralelo a la reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Unfccc)- Pope dio detalles sobre un flamante modelo climático llamado Avoid.
Con el Avoid, los investigadores quieren responder interrogantes sobre el futuro y el presente del cambio climático. Entre ellos, cuál es el escenario de riesgo aceptable, cuáles son sus impactos y qué cambios deben hacerse. También buscan evaluar las tendencias a corto plazo, como el hollín que viaja desde las ciudades hasta las "nieves eternas" de las altas montañas.
Pope señaló a La Nacion que es crucial mejorar también los instrumentos y técnicas de recopilación de datos. Para algunas mediciones se usan boyas que están a la deriva en el mar y, para otras, barcos. Los métodos son diferentes y se necesitarían ambos para poder combinar correctamente la información. Además, se intenta incluir a los satélites en los relevamientos que se implementan desde hace más de 150 años.
Conocer con la mayor exactitud cuál es el aumento en la temperatura global es crucial porque ésta se halla vinculada con el incremento, frecuencia e intensidad de los fenómenos naturales extremos. "Estamos seguros en un 90% de que este aceleramiento de la fase natural de calentamiento es debido a las emisiones liberadas por la actividad humana. Ese porcentaje indica que es necesario tomar medidas lo antes posible", dijo.
En 2007 se presentó ante el mundo el cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Según varios científicos, ahora ya se sabe que algunos impactos son peores de lo que se anunció. Otro tema que está bajo estudio son las interacciones entre diversos cambios climáticos que impactan en distantes zonas del planeta. Uno de los desafíos es lograr cuantificar esos fenómenos.
El denominador común
Durante la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (conocida como COP 16) se presentaron además otros estudios. El denominador común fue que todos señalaron la necesidad de medidas urgentes. "Cuanto más se tarde, más costará enfrentar los impactos", advirtieron.
Si no se toman fuertes medidas de reducción de los gases de efecto invernadero, la Cepal estima que se espera una pérdida equivalente a alrededor de 1% del producto bruto anual entre 2010 y 2100 en los países de América latina.
El costo sería aún mayor en los países andinos, de América Central y el Caribe. La Cepal destacó que el 1% del PBI es "superior al porcentaje promedio que los gobiernos gastan en investigación y desarrollo, y al presupuesto de la mayoría de los ministerios de medio ambiente".
En América latina y el Caribe, el aumento de la temperatura incidirá en la expansión de plagas y de vectores que provocan enfermedades como la malaria y el dengue. Las zonas costeras también se verán afectadas debido al aumento del nivel del mar, con inundaciones que deteriorarán la infraestructura en las costas. Y la pérdida estimada de biodiversidad también será grave, según este informe.
Otro reporte presentado durante esta cumbre se centró en los glaciares. Fue presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y se basa en una recopilación de investigaciones publicadas desde 2001 hasta 2010.
"En promedio, en el período de 1960 a 2003, los glaciares de la Patagonia y Alaska se vieron reducidos entre 25 y 35 metros, mientras que los glaciares de alta montaña de Asia se han reducido en más de 10 metros", afirma. En el documento se reconoce que en los Himalayas y las altas cumbres de los Andes la información es limitada y "sujeta a cierta incertidumbre".
El geólogo Jorge Rabassa, investigador superior del Conicet y especialista en glaciares, opinó desde Tierra del Fuego que la información sobre los glaciares argentinos presentada en ese trabajo es muy limitada. "No hay datos realmente novedosos y tampoco se incluyen trabajos sobre los glaciares argentinos publicados en la última década. Pero este reporte del Pnuma demuestra que los estudios que hacen en todo el mundo confirman la magnitud del impacto por el cambio climático global y de su proyección para todo el siglo XXI", dijo.
Rabassa señaló que es necesario formar a la futura generación de especialistas en glaciares. "La Argentina no tiene glaciólogos suficientes para estudiar los cientos de grandes glaciares que existen a lo largo de los Andes, en particular en la Patagonia. Y los pocos que hay se jubilarán en la próxima década", dijo Rabassa, que en abril de 2011 participará de una reunión internacional sobre el tema en la Academia Pontificia del Vaticano. Además, señaló que la nueva ley de glaciares podría ayudar en este campo, en especial por el requerimiento del Inventario Nacional de Glaciares, "pero dependerá de los fondos que efectivamente se asignen a nivel nacional".