Lo que viene, en la ruta de YPF
*Por Alcaldio Oña. Nadie esperaba otra cosa. La ley que expropia el 51% del capital de YPF en poder de Repsol saldrá sin que se le toque siquiera una coma al proyecto del Ejecutivo.
Eso está tan claro como claro es que el kirchnerismo acompañó y validó el deterioro de la compañía, que recién ahora denuncia: fue el copartícipe necesario.
Se sabe que entre lo que viene hay un prolongado juicio con los españoles, por el valor de sus acciones.
"Cero" , ha sentenciado Axel Kicillof, la última estrella del firmamento K.
En el mientras tanto sobran interrogantes sin responder , empezando por el plan estratégico de YPF y la propia política energética que, se supone, no será la misma que derivó en la pérdida del autoabastecimiento.
Luego, está por verse de dónde saldrán los fondos para remontar la notable caída en la producción de petróleo y gas: unos US$ 40.000 millones en cinco años , calculan los especialistas. ¿Los pondrá un Gobierno que anda claramente corto de divisas? La usina oficial repiquetea con el acercamiento de grupos inversores de los pelajes más diversos. Aquí mismo salta una pregunta del mundo de los negocios, pues de eso se trata: ¿qué precio se les reconocerá por los hidrocarburos que extraigan? Seguro, pedirán uno semejante al internacional , mucho más caro que el interno. Y seguro, también, que exigirán garantías rigurosas para el capital que hundirán en la Argentina: estará a la vista, sin dudas, el antecedente de Repsol.
Hay más para este boletín. ¿Cuál será el porcentaje de las utilidades que se les permitirá captar o girar al exterior? La duda tampoco es ociosa, porque también es parte esencial del negocio .
Finalmente, aunque haya otros anuncios en espera, ¿cómo bancarán, el Estado o YPF, las importaciones de gas y combustibles? Es que, en el mejor de los casos, recuperar el autoabastecimiento llevará años y será inevitable seguir metiendo dólares en cantidad.
Semejante nudo fue armado durante la era kirchnerista . Y deja patinando el discurso del Estado presente.
Se sabe que entre lo que viene hay un prolongado juicio con los españoles, por el valor de sus acciones.
"Cero" , ha sentenciado Axel Kicillof, la última estrella del firmamento K.
En el mientras tanto sobran interrogantes sin responder , empezando por el plan estratégico de YPF y la propia política energética que, se supone, no será la misma que derivó en la pérdida del autoabastecimiento.
Luego, está por verse de dónde saldrán los fondos para remontar la notable caída en la producción de petróleo y gas: unos US$ 40.000 millones en cinco años , calculan los especialistas. ¿Los pondrá un Gobierno que anda claramente corto de divisas? La usina oficial repiquetea con el acercamiento de grupos inversores de los pelajes más diversos. Aquí mismo salta una pregunta del mundo de los negocios, pues de eso se trata: ¿qué precio se les reconocerá por los hidrocarburos que extraigan? Seguro, pedirán uno semejante al internacional , mucho más caro que el interno. Y seguro, también, que exigirán garantías rigurosas para el capital que hundirán en la Argentina: estará a la vista, sin dudas, el antecedente de Repsol.
Hay más para este boletín. ¿Cuál será el porcentaje de las utilidades que se les permitirá captar o girar al exterior? La duda tampoco es ociosa, porque también es parte esencial del negocio .
Finalmente, aunque haya otros anuncios en espera, ¿cómo bancarán, el Estado o YPF, las importaciones de gas y combustibles? Es que, en el mejor de los casos, recuperar el autoabastecimiento llevará años y será inevitable seguir metiendo dólares en cantidad.
Semejante nudo fue armado durante la era kirchnerista . Y deja patinando el discurso del Estado presente.