DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Llamado de atención sobre la ola polar y el riesgo de enfermedades respiratorias

Las recomendaciones formuladas por el ministerio de Salud bonaerense en el sentido de desplegar y mantener las medidas necesarias para prevenir las enfermedades respiratorias, a raíz de la ola polar que afecta a la Región desde hace varios días, constituyen un llamado de atención que no puede ni debe ser desoído, toda vez que tales enfermedades son una de las principales causas de muerte en la Argentina, especialmente entre las personas mayores y en los bebés desde el nacimiento hasta los cinco años de edad.

Tal como se ha señalado ahora, las bajas temperaturas generan las condiciones más apropiadas para la proliferación de virus respiratorios como los de la influenza y el sincicial respiratorio, que produce bronquiolitis, según destacaron fuentes médicas de la dirección provincial de Medicina Preventiva.

Los especialistas instaron a que los padres de menores de edad mantengan el alerta y consulten al médico toda vez que perciban la primera dificultad respiratoria en los lactantes y niños. También consideraron como esencial cumplir con el hábito del lavado de manos para combatir los microorganismos que provocan infecciones y pusieron de relieve que las posibilidades de transmisión se ven incrementadas en esta época, ya que la mayoría de los ambientes permanecen más tiempo cerrados.

En el caso de la bronquiolitis, recomendaron amamantar en forma exclusiva hasta los seis meses, ventilar los ambientes, evitar que el niño esté expuesto al humo del tabaco o de braseros, mantener las vacunas al día y evitar lugares cerrados con alta concentración de personas. Y por sobre todo, concurrir al centro de salud más cercano si el niño presenta fiebre sostenida, dificultad para respirar, hundimiento debajo de las costillas, rechazo del alimento, silbido de pecho e irritabilidad.

A su vez, las autoridades recordaron que los grupos de riesgo que deben vacunarse contra la gripe incluyen a los trabajadores de la salud, las embarazadas, las puérperas de hasta los seis meses posteriores al parto, los bebés de seis meses hasta los dos años y los mayores de 65.

Es evidente que, además de las prevenciones clásicas establecidas -como las inmediatas consultas a los médicos ante los primeros signos de una infección respiratoria, ya que el retraso en el tratamiento suele agravar el cuadro obstructivo y aumenta el riesgo de secuelas; la vacunación cuando corresponda y la adopción de hábitos de vida saludables-, debe atenderse en forma prioritaria a las franjas sociales más desprotegidas y carecientes, expuestas a todas las penurias propias de la falta de medios y, por consiguiente, extremadamente vulnerables a estas enfermedades.

La llegada de la temporada fría obliga, entonces, a no bajar la guardia a las autoridades sanitarias, que deben mantener disponibles y accesibles los centros de salud, las dosis de medicamentos y las estructuras hospitalarias que hicieren falta, y también a las autoridades de las que depende la asistencia social a los sectores carecientes.