Libros que no muerden: especial vacaciones de invierno

Por Mariano Casas Di Nardo

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@MCasasDiNardo

Con las vacaciones de invierno de fondo, Chanti pica en punta como la más cálida opción. Se suman la bruja Makia Vela, una princesa aburrida de su condición y las recetas del famoso Gaturro.

Chanti, tal como es el pseudónimo amigable de su autor, tiene la exactitud de cautivar una y otra vez con su pluma a los más pequeños. Cuentos infantiles de solo una carilla, para que los niños puedan seguir las viñetas mientras un adulto les lee con mejor o peor entonación. En esta ocasión, cuenta en fragmentos, la vida de estos dos hermanos, Nacho y Tobi, cuya diferencia es de tres años. Todo inicia cuando el papá encuentra un perro y la vida familiar cambia la paz por el caos que genera su nuevo integrante. Dibujos claros, mensajes concisos y remates chistosos, para hacer de su lectura, un íntimo momento entre padres e hijos. Sin duda, Chanti sabe cómo llegar al corazón del niño.

Makia Vela, de E.B. Del Castillo y Moni Pérez (Montena – 96 páginas)

Por el camino que pavimentó hace ya mucho años Harry Potter, llega esta verdadera reliquia literaria para los niños entusiastas que ya sepan leer y quieran entrar de la forma más divertida al universo de los libros para chicos. Makia Vela - La escuela de Brujas, es una interesante propuesta, con divertidas ilustraciones, que hacen a la alocada historia de esta bruja de muchos recursos y pocas desacertadas ideas. Un atrapante relato con todos los condimentos necesarios para que los chicos pongan su mente a volar. En el marco de la ciudad de Abracadabra, todo vale, desde escobas voladoras, sombreros puntiagudos, menos, acercarse al Castillo de las Siete Calaveras.

Gaturriquísimo, de Juliana López May (Sudamericana – 48 páginas)

El libro ideal para estas vacaciones de invierno. La exactitud culinaria de Juliana López May y la magia de Nik con su famoso Gaturro, juntos para configurar recetas divertidas para cocinar en familia. Los niños se divierten con las animaciones del gato más travieso de nuestras historietas, y los padres hacemos ricos y nutritivos platos, con propuestas simples para seducir a nuestros pequeños. Con que el resultado quede un treinta por ciento de lo que muestran las fotografías, ya nos podremos recibir de cocineros. Contiene recetas de pastas, pizzas, hamburguesas, milanesas, licuados y postres. Todo lo que comen sin chistar, de la forma más apetitosa y divertida posible. Un acierto.

Yo no quiero ser princesa, de José María Gutiérrez y Pablo Zweig (Primera Sudamericana – 34 páginas)

Los niños pasan por diferentes edades, la edad del por qué, del pavo, de la rebeldía y la del no. Para la última etapa, es este libro. Una edición de lujo, que cuenta la historia de la niña que no quería ser princesa. Que no quería vivir en un bello castillo, con todos los vestidos a su disposición y los miles de regalos que recibía a diario. Una interesante vuelta de lógica, craneada por José María Gutiérrez e ilustradas por la sutil pluma de Pablo Zweig. Para coleccionarlo y tratarlo con sumo cuidado, cual tesoro editorial de culto.