Libros que no muerden: Dostoievski, Pepe y la gloria de los que ya no están
Esta semana volvemos a las raíces y evocamos al gran Fiodor con su obra cumbre. Además, descubrimos al Padre de las villas y dos reivindicamos el pasado del arte y de la guerra.
En este mundo donde los valores del bien y del mal están un poco distorsionados y la ansiedad supera al sentido común; el nombre de José María Di Paola merecía más que una nota en un diario o una entrevista en una revista. Así lo entendió también su autora Silvina Premat, quien es su libro Pepe, el cura de la villa; nos muestra al ser humano que vive dentro de esa imagen fiel de buen hombre que lleva a Dios a la gente que menos tiene y menos o más cree. De forma fragmentada y con diálogos y momentos de sus charlas, nos cuenta su acercamiento a la Villa 21, su convivencia con los casi cincuenta mil habitantes y su exilio cuando fue amenazado de muerte. Su relación con el por aquel entonces Arzobispo Jorge Mario Bergoglio y su obra de bien y de fe. Amado por muchos e incomprendidos por otros, su fe a conciencia lo salvó de la muerte y es por ello que sigue pavimentando su sacrificado camino. Un libro impactante.
-Fracturas de la memoria, de Nelly Richard (Siglo Veintiuno - 216 páginas)
Una vez más, la editorial Siglo Veintiuno sorprende con un libro de culto, de esos que necesitan ser leído más de una vez para poder entender la verdad que encripta su autora en cada uno de sus análisis. En Fracturas de la memoria, Nelly Richard, una de las ensayistas y críticas más brillantes de Latinoamérica, perfora cerebros con textos que unen al arte con la política, tras los avatares que eximió la dictadura en nuestro continente, haciendo foco en la de Pinochet en el pueblo chileno. Con algunas menciones de Beatriz Sarlo y de Ariel Dorfman entre muchos, sus capítulos vienen a despertarnos de la modorra de entender que la vida se da porque sí. Con la foto de Carlos Leppe en su portada, el libro ya nos plantea de antemano, los parámetros por los que nos llevará.
-Crimen y Castigo, de Fiodor Dostoievski (Ediciones Continentes - 544 páginas)
No hay absolutamente nada que comentar sobre el siguiente libro que conforma el selecto y exclusivo grupo de clásicos de la literatura universal. Su autor Fiodor Dostoievski considerado uno de los autores más trascendentales de todos los tiempos, nos regala en su obra cumbre, una percepción sobre el bien y el mal, lo consciente y lo subconsciente, de la mejor forma. Solo cabe destacar que Ediciones Continente reconoce a un público que tal vez no lo haya leído y por ello, edita una nueva colección, compacta, de bolsillo, ideal para leer donde nos de la gana. El libro entre los libros.
-Ser soldado en las Guerras de Independencia, de Alejandro M. Rabinovich (Sudamericana - 226 páginas)
Que la historia la escriben los que ganan no cabe duda. Que los laureles se lo cuelgan los líderes tampoco. Pero para que haya un emblema, tuvo que haber gente que haga el trabajo sucio. Ese trabajo oculto que hace que la gloria se la lleven los mejores. Este acertado libro del historiador Alejandro Rabinovich saca a relucir a aquellos soldados que lograron que San Martín, Cabral, Brown y Falucho, entre tantos otros, se alcen con el bronce de la victoria. Aquellos escuderos que murieron en las sombras y de los que nadie hace mención. Sus virtudes guerrilleras, cómo vivían, qué comían y cómo pensaban sus vidas. Los Héctor Enrique en el gol de Maradona a los ingleses. Un trabajo revelador, que nos muestra el lado C de la gloria nacional.