Les arrojaron cal viva a soldados en un salvaje ritual de bautismo en el Ejército: hay 20 heridos con quemaduras

Soldados del Ejército de Córdoba sufrieron quemaduras durante un ritual de iniciación que tuvo lugar el pasado 17 de mayo tras completar su formación como paracaidistas en la ciudad capital. En las imágenes, se observa el momento en que a los jóvenes, alineados en fila, les arrojan cal en los rostros.

Las víctimas presentaron quemaduras en el esófago, pulmones, estómago, ojos y vías respiratorias.

🚨 LES TIRARON CAL VIVA A 35 SOLDADOS EN UN SALVAJE RITUAL DE INICIACIÓN
- El hecho fue el 17 de mayo y se conoció ahora.
- Fue en el regimiento 14 de paracaidistas de Córdoba
- Ya interviene la justicia federal
- Imputan a los agresores por vejámenes y lesiones. pic.twitter.com/PDPR0kZdnG

— Vía Szeta (@mauroszeta) June 26, 2024

Todo sucedió mientras los miembros del Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba celebraban su avance en la formación.

"Tienen entre 20 y 25 años. Eran 35 personas. 'Paracaidista', les gritaban, y ellos debían responder 'siempre'", relató el abogado de uno de los denunciantes, Jerónimo Argañaraz, a “Andino y las noticias”, por A24.

Con la boca abierta, se les arrojaba un talco que supuestamente debía ser harina, pero que resultó ser cal.

"En contacto con la humedad de los ojos, la mucosidad de la nariz y demás, la cal se activa y produce una quemazón extrema que puede tener consecuencias gravísimas”, explicó el letrado.

Y agregó: "Me cuesta muchísimo creer que eso fue culposo. Hay uno de los chicos que se para y se pone a vomitar, otros tosiendo, quejándose y con náuseas, ¿y seguís tirándole harina? Y sin embargo, mantienen la conducta de arrojarle a cada uno de ellos cal en el rostro. Me parece una locura".

Desde el Ejército Argentino emitieron un comunicado en el que aseguraron que se trató de "un error" y que en lugar de cal viva, deberían haberles rociado harina.

Tras hacerse público, el episodio quedó bajo investigación en la Fiscalía Federal N° 2, a cargo de Carlos Casas Nóblega.