Leonor Benedetto: "Disfruto la soledad"
* Por Celina Alberto. Dice que podría renunciar a la fama y que le interesan muchas cosas además de la TV. ¿Negociar su libertad por una pareja? Nunca.
Ponerse en estado de construcción permanente puede ser una carrera ganada al tiempo. Leonor Benedetto no puede evitarla. Mientras busca aliados, encuentra seguidores. A ellos les escribe cosas como su libro ¿Qué hacés para estar así? , una promesa que demuestra cumplida sobre cómo conseguir que el tiempo vivido se convierta en belleza. Estuvo en Córdoba por algunas horas, para compartir conferencia con Bernardo Stamateas y Carolina Papaleo, convocados por Vanesa Durán.
Leonor fuera de la pantalla tiene muchas más que tres dimensiones. Empieza por declarar intenciones: "Disfruto peligrosamente la soledad. Me gusta muchísimo. También me gusta la pareja, pero no estoy muy dispuesta a negociar mi soledad. Un hombre en mi vida tiene que sumar. El solo pensar que un domingo me voy a despertar con alguien que me diga ‘¿qué comemos vieja?’, me hace salir corriendo para no volver nunca más. Para eso hace falta un hombre muy seguro de sí mismo y muy libre también", dice.
Y subraya. "Lo que más me importa en mi vida es la libertad, con mi tiempo, mi energía, mi impulso creativo. Muchas mujeres piden que el hombre que tengan al lado sea bueno. Puedo estar tranquilamente con un antipático, lo que no puedo es estar con alguien que intente realizarse a través mío o que compita. Tiene que tener una vida, poder personal, estar muy contento consigo mismo, en el camino de su propia construcción".
Esa es su ruta también, la que dibuja su mapa y quiere buscar. "Cualquiera que no esté en ese camino me parece el aburrimiento completo, no me interesa la gente que no está interesada en construirse".
–¿Es posible aliarse con el paso del tiempo?
–Es una posibilidad. Es mentira eso de que el tiempo es asesino. Es probable que te quite lozanía, pero la mente y el alma pueden estar cada vez más lozanos, y eso te convierte en grande de grandeza. No es fatal ni ineludible convertirse en viejo. Hay que aceptar que nos vamos a ir de la misma manera que llegamos, pero uno tiene cierto poder de maniobra sobre la vida, hablo del cuerpo, la mente y el espíritu. El famoso juicio final es la pregunta sobre qué hacés con lo que te fue dado, si lo usaste bien, mal o lo malgastaste sin conciencia. Lo que vale la pena es usarlo como arcilla para una escultura. Cuando te tomás el trabajo, sale un ser humano maravilloso.
El plan de mi vida
–Ponés mucho énfasis en abrir dimensiones, además de ser actriz
–Es el plan de mi vida. Sé que los demás me ven como actriz, es la definición principal. Ser conocida tiñe mucho todo, pero soy muchas cosas y no sé si ser actriz sea la más importante. De hecho, podría dejar de actuar mañana, literalmente. Tengo muchas cosas para hacer. Poner una escuela de arte, por ejemplo; escribir.
–¿Estás dispuesta a renunciar a la fama?
–En el camino recorrido, me he dado cuenta de que la exposición permanente no es aquello que va conmigo con más facilidad. Tuve que hacer un esfuerzo. No me interesa tanto la mirada de los demás. Si puedo producir cosas y ofrecerlas, mejor, pero estar en permanente exposición me estresa y no es algo a lo que aspire para nada.
–Sin embargo siempre estás en programas o proyectos que ve mucha gente, como ahora en "Herederos de una venganza".
–Siempre ocurre así cuando hago cosas que me ofrecen. Las cosas mías, que son muchas, van por un carril bastante más minoritario. Sé que soy una actriz bastante comercial, pero también tuve intentos, produje una obra de teatro con un director italiano, fundé una casa para mujeres, me fue muy mal, pero es bastante más interesante para mí la vida fuera de las ficciones. Herederos es trabajo, necesariamente, pero a mí hacer tele me divierte, como quien se entrena para una maratón. Es poner mi interior permanentemente a flexibilizarse y desde ahí me encanta.
–¿Te llevó mucho tiempo encontrar esta certeza en tu búsqueda, esa relación con vos misma como norte en tu vida?
–Soy muy afortunada en eso. Creo que soy una persona que vino a esta vida con bastante conocimiento. Lo sé ahora mirando hacia atrás por lo que me costó todo, por ir contra la corriente. Cuando empecé mi carrera me costó ir por el lado que yo quería. He podido unir mis pedazos y sigo siendo una mujer atractiva, grande, bastante divertida y contenta con mí misma.
Una criatura política pero no partidaria
Por amor o convicciones, más o menos cerca del escenario político y la vidriera de opiniones, Leonor Benedetto se define como criatura política desde una posición responsable. Tomar partido no está en sus planes, aunque adhiera a algunos más que a otros. "No quiero ni puedo involucrarme. Me parece bastante desolador el panorama de la política del país en este momento. Puedo adherir a algunas personas pero a ningún partido. Me pasa como con las religiones. Me defino como una persona muy religiosa de ninguna religión, o de todas, me da igual. Soy un ser humano político, sin adhesiones por el momento. Puedo adherir a algunas personas, que están incluso en polos opuestos, pero no creo en los partidos sino en las personas. No voy a tomar posición, no me interesa. La gente conocida provoca imitación, y mencionar mi preferencia sería una irresponsabilidad".
Con Brujas en escena, su personaje de Regina en Herederos de una venganza –hace poco protagonizó un sueño hot con Luciano Castro, quien en la ficción podría ser su hijo–, Leonor declara sueños: "Ahora no estoy escribiendo, pero tengo ideas. Quiero hacer una escuela de arte y vida y en la cabeza hay una historia basada en una saga familiar. Vengo de una serie de primogénitas, y quisiera contar algo así como la historia del último siglo a través de las mujeres. Creo que estamos en el mismo lugar. Las chicas de hoy son tan esclavas como mi abuela, que no tenía demasiadas opciones. Hoy están, pero si no tenés una buena hoja de ruta, muchas posibilidades, es muy confuso".
Herederos de una venganza
Leonor Benedetto interpreta a Regina en la tira que se emite de lunes a jueves a las 23 por El Doce.