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Lejos de Tinelli y del Maipo

El presente de Zulma Lobato. Superados los problemas de salud, la travestí que cobró repentina fama hace más de un año, vuelve de a poco a lo que le gusta.

Con una amiga compró comida para sus cuatro perros y sonrió cuando fue reconocida por la gente. Eso sí, aquellos sueños de estrellato parecen haberse desvanecido.

Su sueño de ser vedette todavía no se detuvo. A pesar no tener la popularidad de hace un año, Zulma Lobato se las arregla para atraer a su público en escenario o, a falta del mismo, directamente en la calle. Hace pocos días, la travestí y una amiga pasearon por una de las peatonales más conocidas del centro porteño y se llevaron la mirada de todos los transeúntes.

No llamaron la atención por hacer un show callejero, sino que al notar que la seguían los paparazzi, Zulma se sintió una estrella de la farándula local y quiso posar divertida, hasta pretendiendo emular a Susana Giménez y esa vieja publicidad en la que decía ¡Shock! Como todo es extravagante en el planeta Lobato, la travestí que saltó a la fama desde la pantalla de Crónica terminó haciendo poses cerca de un container lleno de basura. Por lo que todo terminó convirtiéndose en una escena difícil de creer. Luego Zulma siguió haciendo las compras. No eligió maquillaje, ni botas nuevas, ni un vestido largo para subirse a las tablas.

Nada que ver. La travestí fue muchísimo más austera y terminó entrando a un petshop para comprar una bolsa de cinco kilos de alimento balanceado para sus cuatro perros, por los que siente una debilidad absoluta y por los que casi terminan echándola de la casa que alquila por ruidos molestos.

Más allá de todo eso y aun que no es evidente a la vista, Zulma está mucho mejor de salud que hace seis meses, cuando debió ser internada de urgencia en el hospital Ramos Mejía por una descompensación psiquiátrica ya que había dejado de tomar su medicación por varios días. Ahora, Lobato está compensada con antidepresivos y diferentes psicofármacos porque sufría de insomnio, estrés y depresión.

Además de la asistencia profesional, Zulma está contenida por sus hermanas Susana y Beatriz, quienes la visitan todos los días y la obligan a concurrir semanalmente a las sesiones con su psiquiatra.

Más allá de esos inconvenientes, que según allegados a la travesti ya ha logrado superar, Zulma continúa apostando al estrellato y su objetivo está puesto en el canto, tal como lo viene haciendo desde que apareció en televisión. Pero como dice su único hit, Lobato repite que en 2012 hasta Tinelli y el Maipo no para. Por ahora, no la convocaron ni de ShowMatch, ni de ninguna obra, así que nadie sabe si logrará su objetivo.

Pero, como conocen su carácter fuerte, nadie le dice que eso es imposible.