Legrand: "Me siento como cuando debuté"
Luego de 40 años en la conducción, Mirtha vuelve hoy a la ficción con "La dueña". "Estoy nerviosa, como si tuviera quince", dijo.
Mirtha Legrand vuelve a la actuación después de mucho tiempo. Tras conducir 40 años en la TV, la diva de los almuerzos retoma su rol actoral. "Me siento como cuando debuté, con Los martes, orquídeas ", dice la diva y agrega: "Qué curioso, una señora grande y estoy nerviosa como si tuviera quince".
-¿Qué sensaciones tiene con este regreso a la ficción?
-Estoy entusiasmada, deseando que llegue el día siguiente para grabar. Me paso el día estudiando, a veces no duermo. Creo que sueño con el personaje, porque me despierto y pienso en los diálogos. Es un cambio para mí: hago una vida más tranquila; yo era muy salidora y ahora salgo menos de noche. Además, hace años que no memorizaba textos y cuesta. Y como es un thriller, a veces pierdo el hilo con tantas intrigas y personajes. Al principio me costó adaptarme, me sentía rara esperando para grabar una escena. Pero es fascinante. Lo bueno de la tele es que si te olvidás la letra, podés repetir la escena. Me encanta lo que estoy haciendo.
En su camarín, rodeada de sus asistentes, todo es impecable: la hilera de trajecitos y vestidos colgados del perchero, los zapatos ordenados por color. "Todo es blanco, negro, gris, nude que está de moda, nada de colores fuertes como me gustan a mí. El vestuario de Sofía lo hacen los mismos diseñadores que me visten a mí: Jorge Ibáñez, Susana Ortiz, Iara", cuenta ara Clarín.
-¿Cómo cree que la va a recibir el público, nuevamente como actriz, después de tanto tiempo en cámara como conductora?
- Creo que muy bien, además hay varias generaciones que no me vieron actuar. Y eso me gusta. Acá se han empeñado en que yo sea Sofía Ponte, mi personaje, pero yo soy Mirtha Legrand haciendo de Sofía Ponte. Tengo gestos, actitudes, inherentes a mí, después de tantos años improvisando, cosas que ya salen. Yo pongo mucho de mi cosecha. Les pedí autorización al autor y a los directores y agrego latiguillos míos, guiños. Me divierte. Creo que a la gente le va a gustar que sea más espontáneo. Eso sí, guardando siempre un poquito de misterio.
Unas páginas del guión llenas de tachaduras y textos subrayados en azul, que Mirtha tiene junto a sus maquillajes, dan cuenta de eso. La diva no puede con su genio: "Yo corrijo algunas cosas del diálogo porque me gusta ser natural. No quiero que me vean tan compuesta, quiero que me vean más natural, yo misma me sorprendo de cómo me salen algunas escenas".
-Entonces, el personaje de "La dueña" ¿se parece a Mirtha?
-En muchas cosas, sí. El tema de la familia, de querer tener éxito siempre. Sofía es como yo, trabajadora, empeñosa, activa. Tal vez ella es demasiado autoritaria. Y otra cosa es que está demasiado dominada por su nieta, Amparo (personaje que hace de Florencia Bertotti), que siempre le contesta mal. Yo no permito que mis nietos me contesten mal.
-¿Qué sensaciones tiene con este regreso a la ficción?
-Estoy entusiasmada, deseando que llegue el día siguiente para grabar. Me paso el día estudiando, a veces no duermo. Creo que sueño con el personaje, porque me despierto y pienso en los diálogos. Es un cambio para mí: hago una vida más tranquila; yo era muy salidora y ahora salgo menos de noche. Además, hace años que no memorizaba textos y cuesta. Y como es un thriller, a veces pierdo el hilo con tantas intrigas y personajes. Al principio me costó adaptarme, me sentía rara esperando para grabar una escena. Pero es fascinante. Lo bueno de la tele es que si te olvidás la letra, podés repetir la escena. Me encanta lo que estoy haciendo.
En su camarín, rodeada de sus asistentes, todo es impecable: la hilera de trajecitos y vestidos colgados del perchero, los zapatos ordenados por color. "Todo es blanco, negro, gris, nude que está de moda, nada de colores fuertes como me gustan a mí. El vestuario de Sofía lo hacen los mismos diseñadores que me visten a mí: Jorge Ibáñez, Susana Ortiz, Iara", cuenta ara Clarín.
-¿Cómo cree que la va a recibir el público, nuevamente como actriz, después de tanto tiempo en cámara como conductora?
- Creo que muy bien, además hay varias generaciones que no me vieron actuar. Y eso me gusta. Acá se han empeñado en que yo sea Sofía Ponte, mi personaje, pero yo soy Mirtha Legrand haciendo de Sofía Ponte. Tengo gestos, actitudes, inherentes a mí, después de tantos años improvisando, cosas que ya salen. Yo pongo mucho de mi cosecha. Les pedí autorización al autor y a los directores y agrego latiguillos míos, guiños. Me divierte. Creo que a la gente le va a gustar que sea más espontáneo. Eso sí, guardando siempre un poquito de misterio.
Unas páginas del guión llenas de tachaduras y textos subrayados en azul, que Mirtha tiene junto a sus maquillajes, dan cuenta de eso. La diva no puede con su genio: "Yo corrijo algunas cosas del diálogo porque me gusta ser natural. No quiero que me vean tan compuesta, quiero que me vean más natural, yo misma me sorprendo de cómo me salen algunas escenas".
-Entonces, el personaje de "La dueña" ¿se parece a Mirtha?
-En muchas cosas, sí. El tema de la familia, de querer tener éxito siempre. Sofía es como yo, trabajadora, empeñosa, activa. Tal vez ella es demasiado autoritaria. Y otra cosa es que está demasiado dominada por su nieta, Amparo (personaje que hace de Florencia Bertotti), que siempre le contesta mal. Yo no permito que mis nietos me contesten mal.