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LecturaDV: Cuidado, Macri nos va a congelar a todos

Carlos M. Reymundo Roberts analiza la situación del tarifazo, el termómetro social de los cacerolazos y al kirchnerimso.

Extraído de La Nación

Por: Carlos M. Reymundo Roberts

Lo del tarifazo de gas es tremendo; tan tremendo que para hacer frente al pago de la factura, este mes en casa vendimos alhajas de la abuela, pedimos un crédito y mandamos a los chicos a destapar pozos en la zona de General Rodríguez, por si encontraban algo. El clamor de Macri para que ahorremos energía llegó tarde, cuando el crimen ya estaba consumado: llevábamos dos meses usando la calefacción. Y llegó mal. Pasar de "pobreza cero" a "calorcito cero" requería un poco más de épica. De relato. Yo lo hubiese puesto en el contexto del Bicentenario, con un llamado a independizarse de los rigores del clima, a abolir la dictadura del termómetro. Todo bajo un lema movilizador, tipo: "Haga patria, apague las estufas".

Al Gobierno le falta reacción. Con esta cosa de no querer estar todo el tiempo echándole la culpa a la herencia, para no ponerse de punta con el PJ, nunca terminó de explicar que si algo bueno había dejado el menemismo, además de la combinación muy pro de pizza y champagne, era la sustentabilidad energética, y que eso estalló por los aires después de la década desganada de Néstor y Cristina. Cris nos hacía vibrar con su gesta liberadora, mientras el país se volvía cada vez más dependiente del gas y la electricidad que llegaban de Chile, Bolivia, Brasil, Uruguay y, en barco, de Trinidad y Tobago, Nigeria, Qatar, España, Noruega... La Argentina pagaba carísimo recursos que después los argentinos pagábamos baratísimos. "No fue magia", decía ella. No, claro. Magia hubiese sido que eso no estallara. También es cierto que Aranguren quiso ponerse al día demasiado rápido. Ahora andamos en patas en pleno invierno no por exceso de calor, sino porque después de pagar el gas no nos quedó un mango para zapatos.

Probablemente la creación de la Dirección Nacional de Discurso, a cargo de Julieta Herrero, tenga que ver con todo esto. Julieta va a tener que laburar mucho porque el kirchnerismo está tan encantado con esta crisis energética que le legó a Macri, que ya empezó a sacar la cabeza del agua. El mal humor de la gente, manifestado en los cacerolazos de anteanoche, está haciendo revivir a mis ex compañeros de La Cámpora: en cualquier momento se animan y dicen que en realidad en La Rosadita sólo se veía a gente jugando al Estanciero, que los Kirchner fueron beneficiarios del amor y la generosidad de la gente, que Boudou hizo la guita cantando con la Mancha de Rolando, que De Vido era un ahorrador creativo y que José López estaba llevándoles a las monjas la colecta de la misa del domingo. Lo de la colecta explica, nos dirán, el entusiasmo con que las hermanitas lo ayudaban a entrar los bolsos. Ya no tenían plata ni para scones. ¿Y cómo justifican que eso haya pasado a las 3 de la mañana? "Bueno, Josecito siempre tuvo un perfil bajo."

Los kirchneristas son rápidos de reflejos y su cara es de una aleación de prestaciones similares al acero inoxidable. Cristina se presentó en la Redacción de Tiempo Argentino para solidarizarse con sus periodistas, que habían sido poco menos que tirados a la calle por Szpolski. Por Szpolski, que es Cristina disfrazada de empresario de los medios. Un Aranguren modelo K ya estaría haciendo causa común con familias a las que no les alcanza la guita para prender las estufas.

A Julieta Herrero le va a tocar lidiar con el Frente Comodoro Py (ex Frente para la Victoria y ex Contrafrente para la Resistencia), pero también con su propio gobierno. Macri es tan transparente que el domingo dijo que no iba al desfile del 9 de Julio porque estaba cansado. Como el país, se había quedado sin energía. Cuando se arrepintió y fue, ya era tarde. Mucha inocencia. En esos casos, Mauricio, marche un yeso, una silla de ruedas y una cadena nacional con la voz quebrada.

Claro que para el kirchnerismo no hay alegría completa en estos tiempos aciagos. Todavía estaban golpeando cacerolas cuando se supo que a Florencia le encontraron casi 5 palos verdes en cajas de seguridad. Sí, casi 5 palitos, que fue lo que, en el apuro, no había tenido tiempo de sacar un par de días antes. Lo insólito es que ella había reclamado a la Justicia la "inmediata" apertura de esas cajas, "para terminar con el show mediático". En realidad el show empezó cuando las abrieron. Sospecho que a su madre no le va a alcanzar con decir que Florencita es una heredera exitosa.

La saga de estas cajas vuelve a plantear el dilema de qué destino se le debe dar a la guita choreada cuando excede los volúmenes considerados razonables. A partir de cierta cantidad se convierte, paradójicamente, en algo molesto, inmanejable. No es fácil encontrarle lugar. A Néstor le encantaban las cajas fuertes, pero enseguida le quedaron chicas. Hizo construir bóvedas en los campos de Lázaro, un buen recurso hasta que aparecieron albañiles que buchonearon y filtraron planos. Los bancos suizos ya no resultan fiables. Los pozos son húmedos y poco funcionales. En Puerto Madero te filman. También te filman en los conventos, y los perros de la cana descubren fosas que huelen a dólares al pie de un altar. Por Dios, cuánta saña con los triunfadores del modelo.

En fin, a Cristina le congelaron todas las cuentas y a Florencia le embargaron los cinco palos. Me pregunto cómo van a hacer para pagar el gas.