Lectura DV: Máximo Kirchner prepara (y apura) el regreso
El periodista Carlos Reymundo Roberts realizó un análisis de los temas de la semana y los relacionó con el hijo de la ex presidente.
Por Carlos M. Reymundo Roberts
Extraído del diario La NaciónMáximo me puso a trabajar. Probablemente, para no trabajar él. Está muy bien: lo suyo no es picar piedras, sino diseñar estrategias, mantener alineada la tropa y supervisar el cumplimiento de los objetivos, además, claro, de contener a su madre y manejar las finanzas familiares. Sólo estos dos últimos laburitos le deben sacar el 80 o 90% de su valiosísimo tiempo. Lo que hizo fue pedirme un informe de situación después de una semana caliente. No le interesan mis opiniones, pero sí esa cosa de cronista meticuloso que el periodismo militante no me ha quitado. Me senté y escribí. Él se sentó en un sillón (las sillas siempre le resultaron incómodas, y creo que por eso aparece tan poco por Diputados) y lo leyó. Ahora lo comparto con mis lectores, con la esperanza de que sea una buena aproximación a la Argentina de estos días.
A Máximo le debe haber gustado porque no me contestó nada.
Apertura de las sesiones ordinarias. El comportamiento de nuestra bancada fue extraordinario. Todos llevaron y levantaron al mismo tiempo los cartelitos de protesta, tal como habían practicado; quedó un movimiento acompasado, rítmico, lo que demuestra que el bloque está funcionando hoy de forma mucho más coordinada. No aplaudieron nunca, gritaron, silbaron, interrumpieron a Macri, lo torearon. No me gustó que cuando él los llamó a "respetar el voto" se quedaran callados. El único voto respetable es cuando nos votan a nosotros. Un tema muy comentado fue tu ausencia. Buenísimo, Maxi: conseguiste que todo el mundo hablara de vos. Además, un Kirchner no está para hacerle número a Macri. Francamente no te veía ahí, sentado, callado, levantando cartelitos. Vos estás para otra cosa, campeón.
Las acusaciones de Stiuso en el caso Nisman. Fue el otro gran tema de la semana. El muy turro prendió el ventilador y nos está matando, uno por uno: tu madre, Zannini, Aníbal, D'Elía, Esteche. Directamente los responsabiliza de la muerte. Es muy grave. Digo, es muy grave que no hayamos podido callarlo. Me pregunto cuánta guita cuesta convencer a este tipo de que no hable más. Con tu madre, incluso con Zannini, no hay problema. Pero Aníbal, Luisito, Esteche. Es gente pesada... Stiuso tira cualquier verdura contra ellos y a algunos les puede sonar creíble, me entendés. Para peor, lo de Parrilli fue un horror: dijo que Stiuso tenía que cuidarse para no terminar igual que Nisman. Alguien que fue jefe de los espías no habla de más. Estoy convencido de que lo dijo para intimidarlo. Claramente es una amenaza. Salvo que haya recibido instrucciones superiores, en cuyo caso me llamo a silencio, yo preferiría intentar por otras vías. De tu cabeza de estadista seguramente va a surgir la solución adecuada. Te conozco y sé que cuando te ponés a pensar, pensás.
Lula, en problemas. Por las últimas noticias que llegan de Brasil, parece que especialmente Lula, pero también Dilma, están hasta las manos en el caso de corrupción de Petrobras. No creo que acá vaya a pasar lo mismo. De hecho, ustedes se cansaron de advertirles a los dos: hagan guita, hagan mucha guita, pero sean cuidadosos.
Corte Suprema. Todo indica que, pese al esfuerzo de nuestros senadores, no vamos a poder evitar la llegada de Rosatti y Rosenkrantz a la Corte. Durante el debate en el Senado a Rosatti le tiramos con munición pesada, y por ahora se mantiene a flote. Si no se nos ocurre algo rápido está el riesgo de que el tribunal se llene de juristas serios.
Seguirá Lopérfido. Rodríguez Larreta hizo caso omiso al reclamo de los organismos de derechos humanos y confirmó a su ministro de Cultura, Lopérfido, que se había atrevido a afirmar que los desaparecidos no fueron 30.000, sino muchísimos menos. Pero no perdamos las esperanzas de que lo rajen. En otro atentado a la verdad histórica acaba de decir que el primer gol de Maradona a los ingleses en México 86 fue con la mano.
Vuelos a Río Gallegos. Tremendo, indignante, imperdonable: Aerolíneas Argentinas redujo el número de vuelos a la capital de nuestro reino. Quieren aislar a la familia. Quieren agravar la crisis económica de la provincia. Quieren vaciar los hoteles. ¿Me seguís? ¡Quieren vaciar tus hoteles! OK, ya sé que están vacíos, que se llenaban sólo en los papeles, pero ahora van a estar más vacíos todavía. Se me ocurrió que podrías convocar a conferencias de prensa semanales. Imaginate, vos con periodistas, contestando todo lo que te pregunten: ¡atracción universal! Van a venir hasta de Groenlandia, y eso obligará a reponer los vuelos. No sé, digo, es una idea. En todo caso voy pensando otra.
Ola de despidos. Sigue la guadaña de Cambiemos: esta semana, Gabriela Michetti dio de baja a 374 empleados del Senado, que se suman a los 2035 echados en diciembre. Hay que hacer algo urgente con La Cámpora: se va a quedar sin militantes.
Nepotismo. LA NACION reveló que varios funcionarios de Macri ya han ubicado a familiares en puestos dentro del Gobierno. Un escándalo. Si algo cuidaron ustedes, Máximo, fue no involucrar a la familia.
Querido jefe, sé que estás apurado y ansioso, pero, como ves, todo se encamina hacia nuestro regreso triunfal. Sólo faltan 30 o 40 años.