Lección de Moreno a las empresas (también a la UIA)
*Por Florencia Lendoiro. Guillermo Moreno afició ayer de anfitrión en una reunión en la que convocó a industriales locales para ser proveedores de la fabricante de maquinaria agrícola John Deere.
Según comentó el secretario de Comercio Interior (ante los más de 120 empresarios que permanecieron atentos durante las dos horas en las que explicó cómo sería su intermediación), los industriales deberán venderle a John Deere a los precios que tenían en 2011 más un 20% de incremento como máximo. A la inversa, instó al presidente de la compañía a atender personalmente y en su celular los llamados de cada aspirante a proveedor.
El encuentro se programó hace más de una semana. Con el interés de profundizar la sustitución de importaciones para equilibrar la balanza comercial y evitar la salida de dólares, Moreno decidió abrir una convocatoria informal con posibles proveedores locales para una de las firmas más importantes en la fabricación de maquinaria. Así, y a través de diversos organismos, como la Confederación General Económica metropolitana (con Guillermo Gómez Galizia a la cabeza) y la Cámara del Plástico, convocó a empresas pequeñas y también grandes (Basso, Taranto) para que se incluyan en la cadena de valor de John Deere.
Moreno explicó que fue la propia compañía, líder en la fabricación de tractores y cosechadoras, la que le pidió que coopere porque no conseguía proveedores locales que fabriquen insumos necesario como estructuras de chapa cortada a láser, doblada y soldada, tubos doblados, piezas de fundición de hierro gris/nodular, piezas de aluminio fundido, mecanizadores de piezas, asientos de operador para tractores, mangueras hidráulicas, llantas y cubiertas para tractores y cosechadoras, piezas plásticas de resina y fibra, tornillería y bulonería, entre otros.
Pero la intervención de Moreno fue mucho más que ceder su secretaría para que se realice la reunión y presentar a las partes. Moreno expuso su posición claramente. Una fuente presente en el encuentro relató a este diario que frente a Héctor Méndez (presente como referente del plástico y extitular de la Unión de Industriales), el funcionario dijo que la UIA era «una manga de inútiles» y que si para reactivar los negocios él debía ponerse al frente de este tipo de reuniones, lo haría. «El Estado va a hacer todo para que los proveedores argentinos no sólo consigan este tipo de negocios, sino que se transformen en proveedores a nivel mundial», aseguró.
Moreno les pidió a los fabricantes que para entrar en el juego deben presentar los precios a los que vendían los productos que intentan vender ahora a John Deere y a los valores de 2011. Solamente dejaría intervenir a quienes muestren un aumento de entre el 18% y el 20%. Habrá excepciones para artículos que por cuestiones estratégicas o justificadas puedan haber aumentado un punto porcentual más. Además, esas firmas deberán presentar lo que llamó «acuerdo impo-expo».
Hacia el otro lado de la mesa, exigió a John Deere atender correctamente las propuestas de industriales locales. Les pidió al presidente de la firma, Antonio García; al gerente general de Proyectos, Carlos Casanova; y al gerente de Compras, Dario Maghenzani, que deletrearan en voz alta su dirección de e-mail y dijeran sus números de celular para que todos tomen nota. «A la segunda vez que los llamen y no atiendan, me avisan», dijo Moreno.
El encuentro se programó hace más de una semana. Con el interés de profundizar la sustitución de importaciones para equilibrar la balanza comercial y evitar la salida de dólares, Moreno decidió abrir una convocatoria informal con posibles proveedores locales para una de las firmas más importantes en la fabricación de maquinaria. Así, y a través de diversos organismos, como la Confederación General Económica metropolitana (con Guillermo Gómez Galizia a la cabeza) y la Cámara del Plástico, convocó a empresas pequeñas y también grandes (Basso, Taranto) para que se incluyan en la cadena de valor de John Deere.
Moreno explicó que fue la propia compañía, líder en la fabricación de tractores y cosechadoras, la que le pidió que coopere porque no conseguía proveedores locales que fabriquen insumos necesario como estructuras de chapa cortada a láser, doblada y soldada, tubos doblados, piezas de fundición de hierro gris/nodular, piezas de aluminio fundido, mecanizadores de piezas, asientos de operador para tractores, mangueras hidráulicas, llantas y cubiertas para tractores y cosechadoras, piezas plásticas de resina y fibra, tornillería y bulonería, entre otros.
Pero la intervención de Moreno fue mucho más que ceder su secretaría para que se realice la reunión y presentar a las partes. Moreno expuso su posición claramente. Una fuente presente en el encuentro relató a este diario que frente a Héctor Méndez (presente como referente del plástico y extitular de la Unión de Industriales), el funcionario dijo que la UIA era «una manga de inútiles» y que si para reactivar los negocios él debía ponerse al frente de este tipo de reuniones, lo haría. «El Estado va a hacer todo para que los proveedores argentinos no sólo consigan este tipo de negocios, sino que se transformen en proveedores a nivel mundial», aseguró.
Moreno les pidió a los fabricantes que para entrar en el juego deben presentar los precios a los que vendían los productos que intentan vender ahora a John Deere y a los valores de 2011. Solamente dejaría intervenir a quienes muestren un aumento de entre el 18% y el 20%. Habrá excepciones para artículos que por cuestiones estratégicas o justificadas puedan haber aumentado un punto porcentual más. Además, esas firmas deberán presentar lo que llamó «acuerdo impo-expo».
Hacia el otro lado de la mesa, exigió a John Deere atender correctamente las propuestas de industriales locales. Les pidió al presidente de la firma, Antonio García; al gerente general de Proyectos, Carlos Casanova; y al gerente de Compras, Dario Maghenzani, que deletrearan en voz alta su dirección de e-mail y dijeran sus números de celular para que todos tomen nota. «A la segunda vez que los llamen y no atiendan, me avisan», dijo Moreno.