Lavado de activos y retiros ilícitos de dinero, las primeras causas que incomodan a Daniel Scioli
El ex gobernador de la Provincia comienza a sentir cómo la Justicia le pisa los talones por presuntos desfalcos millonarios en su gestión.
El fiscal Álvaro Garganta, de la UFI 11 de La Plata, empezó a avanzar en la investigación basada en la denuncia de la diputada nacional Elisa Carrió hace unas semanas, que señaló que el ex vicepresidente efectuó un desfalco millonario de las cuentas de la Provincia, según Infobae.
Garganta habría puesto la lupa sobre dos cuentas "extrapresupuestarias" de la ex Jefatura de Gabinete bonaerense, comandada por Alberto Pérez, a las cuales durante 2014 y 2015 se habrían desviado millonarias sumas destinadas presuntamente a la financiación de actos.
Como los funcionarios judiciales tienen serias dudas sobre la veracidad de los recibos con los que los ex integrantes del gobierno provincial justificaban esas salidas de dinero, Pérez también está en la mira, junto con Scioli.
El fiscal dividió el expediente en cuatro: además de la maniobra vinculada a la Jefatura de Gabinete, la Justicia investiga irregularidades en el Puerto de La Plata, en Lotería provincial y en Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA), que estuvo a cargo de Guillermo Scarcella.
La denuncia de Carrió apuntó en gran medida al rol de Scarcella como supuesto testaferro del ex gobernador, por lo que Garganta empezó a indagar en los contratos que unían a tres empresas con la compañía estatal y que estarían vinculadas a la conducción del gremio que controla el 10 por ciento de Aguas Bonaerenses.
Según fuentes cercanas al expediente, la Justicia también vigilará dos cuentas millonarias presuntamente relacionadas con el ex titular de ABSA, uno de los nexos de Scioli con la Justicia federal.
En el caso de Lotería, Garganta apunta al sistema de recaudación del organismo en la administración anterior, pues durante el allanamiento en la sede de Lotería se incautaron cajas atiborradas con abundante merchandising de la campaña presidencial del año pasado y de la gestión sciolista. Pelotas, lapiceras y gorras naranjas copaban la residencia del organismo.
El ex candidato presidencial del Frente Para la Victoria (FPV), que se presenta como la renovación del peronismo al figurar como vicepresidente en el Partido Justicialista (PJ), no parece que vaya a atravesar un 2016 más tranquilo que sus compañeros kirchneristas.