Laura Cibilla contó cómo fue su romance con Diego Maradona: “Mi hijo es suyo y él me llamó porque quería verlo”
La ex mesera de ‘La Diosa’ relató cómo fue su tormentosa relación con el astro, que incluyó excesos, violencia y un amor que nunca llegó a su fin.
El silencio de Laura Cibilla durante décadas tiene una razón muy importante: Ella asegura que le falsearon el ADN en la única demanda que le inició a Diego Maradona para reconocer a su hijo que hoy tiene 17 años.
Conoció a Diego Maradona en 1998 en La Diosa donde trabajaba de mesera. Su historia de amor con el astro fue tan intensa que de querer sacarlo de la droga terminó internada por consumo de estupefacientes.
"Yo me enfermé mal. Y me interné un par de veces con 40 kilos... Porque consumía a la par de una persona de 80 o 90 kilos, deportista", contó.
Inició una demanda por filiación en 2006. Diego Maradona no se presentó a las dos primeras audiencia y repentinamente fue a la tercera donde según su relato fraguaron el resultado.
Era la pieza que faltaba en las grandes historias de amor del astro y ahora rompió el silencio en una extensa charla con Nancy Duré para Teleshow/Infobae.
Después de la internación de Maradona en Cuba donde ella fue y vino varias veces, decidió irse a España. "Para la gente que está diciendo que me llevaron a España para esconderme, yo me fui por mis propios medios a salvarme a mí misma. Quería recuperar la noción del tiempo y del espacio...", contó.
Y agregó: "Cuba era todo un descontrol. Hablan de un centro de rehabilitación, pero era todo una mentira".
Cibilla llegó a España y se enteró que estaba embarazada: "En el 2002, cuando estaba embarazada. Yo no sabía que estaba embarazada. Tenía un poco de pancita y mi amiga me compró un test que me dio positivo. Me aguanté cinco meses allá, hasta que ya necesitaba a mi mamá, a mi país... ¡Qué se yo! Estaba ilegal y no tenía forma de sacar la ciudadanía. Así que me vine a Buenos Aires. Y al día siguiente de mi regreso, me llamó Diego y me dijo: “Yo sé todo”. Le pregunto: “¿Qué sabés?”. “Te paso a buscar”, me dijo. Sabía hasta dónde vivía: ya estaba en Darragueira y Santa Fe, que es donde nació mi hijo".
"Pero él se enteró y me vino a buscar. Estuvimos juntos hasta los casi dos años de vida de mi hijo. Y hubo muchas cosas de por medio. Tuvo la internación esa por la famosa curatela que le pidió el hermano…", contó.
La denuncia por filiación en 2006
La periodista le preguntó si estuvo con alguien durante el romance con Maradona y ella fue tajante: "No". "Ese hijo es mío. Es tarde: ya tiene 17 años y punto. Acá se terminó todo", enfatizó.
Maradona se presentó a la tercera audiencia de filiación y allí se reencontraron. "Cuando entramos al juzgado me dijo: “Hola, Ma”. Yo le dije: “Hola, mi amor”. Siempre fue así nuestra relación. Acercó su cara a la mía, nos agarramos de la mano y me preguntó: “¿Por qué me estás haciendo esto?”. “Porque desapareciste y yo te necesito”, le contesté. Me dijo: “Tomá, arreglémoslo nosotros”. Y me dio el teléfono. Yo le mostré la foto de mi hijo cuando era chiquito y me dijo: “¡Está hermoso, cómo creció!”. Entonces pidió una ronda de café para todos, los abogados, la jueza... Y yo, automáticamente, le puse medio sobrecito de azúcar y se lo revolví. Ahí pensé: “¿Qué estoy haciendo?”. Es que nunca se terminó, nunca hubo un corte….", relató.
"La última conversación con Diego, que la tengo en el celular, fue en diciembre del año pasado. Yo lo busqué cuando estuvo en México, lo busqué en Dubai, lo busqué por todos lados… En diciembre del año pasado me llamó, antes de que empezara esta pandemia horrible. Yo me levanto cinco y media para ir a trabajar. Y me encontré con 20 llamadas perdidas. Era una persona que le había dado mi teléfono y decía: “Laura, por favor, atendé que es Diego”. Llamé y le dije: “Gordo”. “Hola, mi amor”, me respondió. Le pregunté: “¿Cómo me llamás así, a la noche?”. “No, es que tengo tantas ganas de verte”, me dijo. Estaba…", expresó.
"Le dije: “Salgo a las cuatro del trabajo y te llamo”. Cuando lo llamé, no me atendió. Y a la una de la mañana me empezó a llamar otra vez y hablamos. Hablamos horas y horas... Me decía: “Que vos te olvidaste de mí, que vos me abandonaste…”. “¿Yo? Yo te busqué por todos lados y es imposible llegar a vos. No sé en qué andarás ni con quién estarás, pero, ¿cómo desapareciste así?”, le dije. Me respondió: “No, mi amor. ¿Qué necesitás? ¿Cómo está tu salud?”. Le conté que tengo una pierna jodida, que ya estoy grande... Me dijo: “¿Cómo están Marisa y Rodolfo?”. Se acordaba los nombres de mis padres, de mi hermana, de mi hermano… Entonces me preguntó: “¿Y mi hijo?”", detalla.
La reacción de su hijo al enterarse de la muerte de Diego
Sobre la reacción de su hijo al enterarse de la noticia, manifestó: "Yo volví del trabajo, destruida. Él salió de la habitación, me abrazó y se largó a llorar. Nunca, jamás, había derramado una lágrima por él. Es más: lo veía en la televisión y cambiaba de canal. Le dije: “Hijo, te pido perdón”. Y me dijo: “No sos vos quien me tiene que pedir perdón, el que me tiene que pedir perdón ya no está. ¿Sabés qué? Me voy a correr”. Se puso un short, las zapatillas y se fue a correr. Volvió a las dos horas, se bañó, se acostó. Y ese fue su cierre. Él ahí, cerró. Y me dijo: “No quiero saber nunca más nada de esto”".
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