Las tres claves de la dieta con la que Kim Kardashian bajó 32 kilos
Tras su segundo parto, la sex symbol volvió a tener su despampanante figura. ¿Qué consejos alimenticios siguió?
El 5 de diciembre de 2015 nació Saint, el segundo hijo de Kim Kardashian y Kanye West. En ese momento, como es normal, el peso de la celebrity se disparó. En el primer embarazo había aumentado 27 kilos; en el segundo, más aún, subió 32.
"Cualquiera que haya tenido hijos sabe que el cuerpo cambia y es difícil volver a estar en forma. Para ello, se requiere determinación, y energía mental y física", dijo en ese momento.
Kardashian sabía que para recuperar su figura debía someterse a un estricto entrenamiento diario y a una dieta que le permitiera volver a su peso. Por ello, se encomendó a la rutina alimenticia "Atkins" que tan buenos resultados le había dado en el pasado.
La dieta preferida de la celebrity está hecha a base de proteínas. No debe sobrepasar las 1.800 calorías diarias y requiere dos litros de agua por día. Su nutricionista reveló los tres secretos:
1. Comer mucha proteína
De acuerdo a Heimowitz, en la proteína radica la clave de la dieta Kardashian: "Kim se asegura de que su plato incluya una proteína adecuada, preferentemente de origen animal porque sacia y disminuye la sensación de hambre". Según lo consignado, el pollo y las carnes están entre sus alimentos habituales.
2. Limitar los carbohidratos
"Es esencial reducir la ingesta de carbohidratos. Eso es lo que hace que te sientas más sano a largo plazo", puntualizó la famosa nutricionista. A su vez, en caso incorporarlos a la dieta, recomendó asegurarse de que tuvieran alta fibra y no más de 15 gramos por porción, como frutas, verduras, granos integrales y nueces. Sobre los azúcares, por su parte, enfatizó que no deben pasar los 5 gramos por snack.
3. Asegurarse de tener algo de grasa saludable en cada comida
Pese a estar demonizados, todos los días, Kardashian suma a su dieta un alimento que contenga grasa. "Aunque con la grasa más sana posible", remarcó la especialista, que concluyó: "Si siguen estas tres reglas básicas, reducirán el azúcar y los carbohidratos, y por lo tanto bajarán de peso, pero también estarán más saludable a largo plazo".