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Las trabas de la burocracia

El crecimiento económico local se frena por los complejos trámites oficiales que desalientan al empresariado.

El acuerdo firmado entre el Gobierno provincial y la Federación Económica de San Juan, destinado a abreviar la complejidad administrativa y judicial que abruma a las empresas al solicitar una habilitación, renovación, o baja de una licencia, es un paso trascendente para hacer más dinámico el crecimiento económico local.

La pesada burocracia estatal siempre estuvo alejada del mensaje político que alienta la inversión para diversificar y ampliar el aparato productivo. Hasta las mejores intenciones del capital privado pueden frustrarse cuando la apertura de un nuevo comercio implica dar curso -y lograr factibilidad- a 16 trámites en diferentes dependencias municipales, provinciales y nacionales y peor aún si se trata de instalar una industria porque el Estado exige 28 requisitos y en todos los casos las demoras van de los 4 a los 6 meses. Si se tienen en cuenta los imponderables que se enfrentan en medio año de fluctuaciones en las variables económicas, como inflación, comportamiento de los mercados, costos internos y demás, es fácil suponer que hasta el inversor más optimista puede reflexionar sobre la conveniencia de seguir o no la puesta en marcha de un nuevo proyecto.

El denominado "Sistema de trámite simplificado empresarial'' (SITSE), comprometido por el Gobierno de San Juan al empresariado, pretende achicar los plazos a una semana, una vez que la Administración haya organizado y sistematizado el aparato burocrático, eliminando la duplicación de requisitos y documentos solicitados. Es una meta ambiciosa, pero no fácil, porque hay de por medio jurisdicciones con autonomía y legislaciones propias que no se pueden borrar de un plumazo como medida política. Lo importante es que el gobernador Gioja ha anotado el problema en la agenda de sus prioridades, consciente de que la eficiencia y la competitividad productiva debe empezar por el aliciente gubernamental de facilitar los medios a las empresas empeñadas en crecer.

El desafío no es fácil, pero se puede, porque hay casos resueltos en rapidez, como el trámite digital del Gobierno porteño que a través de Internet se puede lograr en un día la habilitación provisoria de un negocio. Esta agilidad hace que muchas firmas se inscriban -y tributen allí- para después funcionar en otro lado. Un dato para preocuparse.