Las superficies de placer que terminaron mal
En las primeras horas del viernes, la Policía Bonaerense y el SAME llegaron a la casa en Villa Elisa de Julio Moura, guitarrista del mítico grupo de pop rock Virus. En el living del lugar, encontraron el cadáver de su actual pareja.
Por el momento, Julio Moura no fue detenido. La causa está caratulada como “averiguación de causales de muerte”. La víctima presentaba un lazo en el cuello, una soga atada a un tirante del techo y una pequeña escalera cercana. Según declaró Moura ante los investigadores, su novia murió por accidente durante un juego sexual de asfixia. Tanto el fiscal del caso como la Policía Bonaerense consideran esta hipótesis como plausible.
El músico entregó su teléfono celular para que sea peritado, y también se incautó el de la mujer fallecida para realizar un análisis forense. En el domicilio se halló una pequeña cantidad de cocaína que, según la Justicia, sería para uso personal.
La autopsia preliminar informó que la mujer murió por ahorcamiento, una causa compatible con la soga hallada en el tirante del techo. No se encontraron otras lesiones de interés para la causa. Este informe resulta consistente con los dichos de Moura, quien aún no ha sido indagado por el fiscal. Por ahora, no se ordenó su detención, a la espera de los resultados de los análisis toxicológicos y las pericias a los celulares de la víctima y del músico, las cuales comenzarán la próxima semana en un laboratorio de la Procuración bonaerense.
Para quienes se preguntan por qué Moura no está acusado de homicidio agravado, es necesario aclarar que, para imputar un femicidio, debería probarse una historia previa de violencia de género. En este caso, no existen antecedentes ni denuncias al respecto. Un testimonio clave beneficia al guitarrista: el de su expareja, a quien Moura contactó para alertar sobre lo ocurrido. Fue ella quien llamó al SAME y a la Policía.
¿Por qué no lo hizo él? No está claro, pero podría imaginarse que el músico estaba en un estado de shock, posiblemente influido por las drogas y el impacto del trágico desenlace del juego sexual. La ex de Moura, además, declaró que durante su relación, el guitarrista nunca fue violento con ella.
La hipoxifilia, o asfixia erótica, es una práctica que genera placer y excitación en quien la recibe. Consiste en una dinámica entre un dominado que pide y un dominante que otorga. Aunque más frecuente de lo que se imagina, es un juego extremadamente peligroso. Varias personalidades famosas han perdido la vida por esta práctica. El actor David Carradine (Kung Fu) y el cantante Michael Hutchence, de INXS, son prueba cabal de ello.
Se recomienda a quienes la practiquen tener extrema precaución y evitar el consumo de sustancias psicoactivas, ya que el límite entre el placer y la muerte es muy fino. Los adeptos a estas prácticas sugieren participar en reuniones organizadas, donde se toman medidas para evitar desbordes fatales.
Julio Moura, uno de los creadores de la obra Superficies de placer, deberá atravesar un proceso judicial para probar que la muerte de su pareja fue consecuencia de un juego sexual. Quizás, si no fuera una figura pública y fuera, por ejemplo, un plomero o albañil, ya estaría preso mientras espera el juicio...
Dejá tu comentario