Las sospechas de Aníbal F.
*Por Ricardo Kirschbaum. Aníbal Fernández se trenzó en una disputa verbal con Alberto Fernández, ex jefe de gabinete de Néstor y Cristina Kirchner. Los argumentos a favor y en contra de la Presidenta forman parte de la dialéctica y de las conductas políticas individuales.
Uno, Aníbal, ha hecho su carrera en el peronismo, con sus variantes menemista y duhaldista , durante la cual integró el círculo áulico de Duhalde. El otro, Alberto, ha tenido varias escalas: partido Nacionalista Constitucional y seguidor de Cavallo , antes de recalar y convertirse en brazo derecho de Néstor Kirchner.
Esta es una cuestión que tratamos extensamente en la sección El País. Pero en la respuesta de Aníbal hay un párrafo en el que se acusa a Alberto de compartir almuerzos en público con Eduardo Van der Kooy , columnista político de Clarín.
Lo presenta como algo ominoso y como prueba de la relación de Alberto Fernández con Clarín. No explica Aníbal por qué esos encuentros le deberían dar "cosa" a Alberto , es decir sentir una sensación desagradable, y no a él mismo, que también compartió almuerzos con el mismo periodista . ¿También le dio "cosa"? Los periodistas políticos tienen fuentes de muy distinta procedencia y no siempre las ideas y posiciones de esas fuentes coinciden con las suyas . Pero el trabajo profesional requiere tener esa diversidad para que la información tenga el necesario balance. Periodistas de cualquier signo lo saben.
El Gobierno tiene una política de propaganda disfrazada de periodismo rotulado como "militante". Ese subterfugio permite esquivar las reglas y el protocolo del periodismo para reemplazarlos por acción psicológica y por la participación abierta en campañas diseñadas por el Gobierno.
Que el jefe de Gabinete presente almuerzos entre su ex colega y un columnista político como algo sospechoso es verdaderamente lamentable en plena democracia. Supone que Aníbal es informado al detalle sobre los movimientos de periodistas insumisos , de sus reuniones y de sus contactos. ¿Es así?