Las repercusiones del debate presidencial: para el entorno de Alberto Fernández fue “una paliza” y el Gobierno quedó conforme
Desde el Frente de Todos salieron a jactarse del desempeño del exjefe de Gabinete, mientras que en el macrismo apuestan a usar a favor la "prepotencia" del candidato opositor.
A pesar de que en los atriles estaban los seis candidatos a Presidente, la discusión del debate presidencial realizado en la noche del domingo se polarizó en dos principales actores: Alberto Fernández, el gran ganador de las PASO, y Mauricio Macri, que intentó defender su gestión en busca de una reelección.
Cuando José Luis Espert, del Frente Despertar, pronunció sus últimas palabras y cerró el primero de los dos debates presidenciales previos a las elecciones de octubre, los asesores e invitados de Fernández esbozaron una marcada sonrisa. A solo pasos, entre los funcionarios y allegados a Macri reinaba la mesura, entremezclada con una cierta tranquilidad por el desempeño del Presidente.
Durante el primer intervalo de 12 minutos, el equipo técnico del mandatario se mostraba sorprendido por el tono "agresivo" de Fernández, que tardó tan solo segundos en decir que Macri había mentido en el debate presidencial 2015. "Él que dijo la verdad hoy está sentado en la primera fila de este salón", manifestó en alusión a Daniel Scioli, exgobernador bonaerense que recibió con "sorpresa" el elogio del exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
"Estamos muy bien, muy conformes y quedó demostrado qué candidato tiene una idea clara de trabajo y quién esboza números que no sabemos bien de dónde salen. Fue una paliza", le dijo a TN.com.ar Miguel Cuberos, integrante del "grupo Callao", el núcleo de confianza del postulante a la Presidencia.
La satisfacción también se pudo ver con claridad en los rostros de quienes se ubicaron en el sector derecho del salón. "Alberto puso las cosas en su lugar", decía un reconfortado Scioli. Felipe Solá, posible Canciller de un eventual gobierno de Fernández, se aceró hasta los periodistas acreditados para transmitir su satisfacción. "Me parece que quedó todo dicho", enfatizó.
Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, tampoco pudo ocultar su alegría al igual que Cecilia Todesca y Matías Kulfas, uno de los economistas más cercanos a Fernández. “Los matamos”, lanzó un asesor de Fernández al retirarse del salón Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, visiblemente eufórico por el desarrollo del evento.
En el entorno del compañero de fórmula de Cristina aseguran que se cumplió con los parámetros previstos: hacer énfasis en la grave situación económica, mencionar la falta de trabajo y producción y cuestionar las cifras del Presidente Mauricio Macri. A su vez, aceptan que Fernández pudo haber mostrado un tono combativo porque “nunca estuvo conforme con el formato del debate”.
"Vinimos a mantener el resultado y creemos que sacamos más ventajas", recalcaron al hacer referencia a los números de las PASO, en las que Fernández obtuvo el 47% de los votos.
En el macrismo entienden que esa “agresividad” terminará generando un efecto adverso en el electorado y, sin demasiados festejos destacan que Macri soportó “con firmeza” los embates de Fernández y las críticas del candidato del Frente de Izquierda, Nicolás Del Caño, y los cuestionamientos de Roberto Lavagna.
“Nos vamos contentos, satisfechos. Sabemos que el Presidente iba a ser el que recibiera los golpes pero se mostró firme, otorgó cifras y dejo en claro que en la Argentina se produce un cambio de raíz”, aseguró a TN.com.ar Francisco Quintana, integrante del Consejo de la Magistratura y hombre cercano a Daniel Angelici, presidente de Boca.
En el entorno del Presidente no dejaron de mostrar su asombro por la actitud de Fernández. “No lo esperábamos de esa forma, así de entrada”, señalaron. Fue ese embate el que provocó una reacción algo tardía de Macri que terminó de convertirse en el ida y vuelta que le imprimió algo de pimienta a un debate sin demasiados intercambios de opinión.
"Creemos que en términos generales no debemos modificar la estrategia discursiva. Ellos volvieron a demostrar que conservan ese tono confrontativo, prepotente que los caracteriza y que nada cambió", afirmaron cerca de Macri, que el próximo domingo, 20 de octubre, tendrá una nueva cita con el debate presidencial.
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