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Las primarias, una oportunidad

* Por Gabriel Salvia. Las recientes elecciones primarias en Santa Fe para definir las candidaturas partidarias a cargos públicos provinciales y municipales reflejaron la importancia de este mecanismo para mejorar la representatividad política.

Aunque sin boleta única, el mismo sistema de primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) está previsto también para la designación de los candidatos a nivel nacional: presidente y vicepresidente, diputados y senadores, a realizarse el 14 de agosto.

Esta disposición establece un mecanismo democrático más competitivo y el ejemplo santafesino lo demuestra, dejando claros ganadores y perdedores, a través de las preferencias iniciales de la ciudadanía.

Y si bien la "ley de la Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral", que incluyó el mecanismo PASO, tuvo un trámite legislativo demasiado rápido y no representa una reforma política integral pues no modificó el sistema electoral proporcional de lista cerrada, no incorporó la boleta única o el voto electrónico, de todos modos, es un avance para terminar con el "dedo divino" que utilizan los principales referentes mediáticos de las agrupaciones partidarias o sus oligárquicas "mesas chicas".

El ejemplo más reciente al respecto ha sido la selección de los candidatos para las elecciones a realizarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en todas las agrupaciones políticas, lo cual no resulta ser una sorpresa en algunas que tienen fuertes liderazgos personalistas, aunque sí en otros con una tradición más republicana. Más allá de la supuesta "nueva política" que dice representar el PRO o el temperamento similar que adoptaron la UCR, la Coalición Cívica o la fuerza de Ricardo López Murphy, llamó mucho la atención que la propia presidenta de la Nación haya designado a los candidatos kirchneristas a través de su "dedo divino" en lugar de haber promovido una interna abierta para que la ciudadanía porteña pudiera participar voluntariamente.

Fue notorio el giro presidencial, porque al fundamentar la ley de Reforma Política a nivel nacional, la misma CFK expresaba que la norma "aborda una de las principales críticas de nuestro sistema de partidos por parte de la ciudadanía", en referencia a la expresión: "Todo se resuelve dentro de un cuarto y que todo se decide con el dedo de uno, de dos o de tres". Y si bien no existe un mecanismo PASO en la CABA, nada impedía que la presidenta promoviera una interna abierta dentro del FpV capitalino, actuando en coherencia con su crítica a la "dedocracia".

Es cierto que para el 14 de agosto las PASO llevarán en muchos casos un único candidato presidencial por parte de la mayoría de los partidos y alianzas que competirán en las elecciones generales del 23 de octubre, por lo cual algunos las consideran innecesarias.

Pero para diputados y senadores nacionales seguramente habrá una competencia interesante en más de una agrupación o alianza política. Es que presidente puede ser uno solo, pero en total se renuevan 130 cargos de diputados nacionales y 24 de senadores nacionales, donde muchos de los que cumplen su mandato quieren mantenerse en el mismo, otros quieren tener su primera oportunidad y alguno que otro, volver a ocupar una banca. En cuanto a estrategia electoral, cuanto más animada sea la competencia dentro de una agrupación o alianza política probablemente más electores atraiga y termine sumando una cantidad total de votos que la fortalezca para la elección general.

Y, en el caso de la oposición, de cumplirse los pronósticos de muchos analistas sobre un triunfo K en primera vuelta, su número de representantes en el Congreso será fundamental para limitar a un gobierno con eventuales prácticas contrarias a las formas republicanas y con posibilidades de avanzar en su radicalización política. Por lo tanto, la oposición debería convertir las PASO en una oportunidad de participación importante de la ciudadanía en la selección de sus candidatos a legisladores nacionales mediante una competencia interna de la cual surjan postulantes de peso para el 23 de octubre, que en dicha ocasión reciban tanto el respaldo de sus propios simpatizantes como de aquellos que voten al candidato presidencial oficial y corten boleta a legisladores para evitar esos excesos.

De esta manera, paso a paso, como ya sucedió en la provincia de Santa Fe, las primarias se podrían ir convirtiendo en un mecanismo que mejore la representación política, fortalezca los partidos y ponga fin al elitista y antidemocrático