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Las potencias, sin tregua por el cambio climático

*Por Pedro Alonso y Jaime Velazquez. La incertidumbre sobre el futuro del Protocolo de Kioto reina en la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) de Durban, donde está a punto de acabar la primera semana de negociación sin una solución clara.

En un alarde de optimismo, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), la costarricense Christiana Figueres, aseguró que "se ha avanzado mucho" para renovar el Protocolo de Kioto. Pero no todos los observadores coinciden con ese criterio.

El Protocolo, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, es el único tratado legalmente vinculante que fija obligaciones a los países desarrollados -excepto EE UU- para la reducción de emisiones de gases que provocan el llamado "efecto invernadero" y el proceso de calentamiento global.

Y el primer período del compromiso asumido en aquel acuerdo termina a finales de 2012, sin que aún se haya logrado establecer las bases del segundo tramo del Protocolo, que debería comenzar en 2013, de modo que la renovación del Protocolo se ha convertido en uno de los grandes retos de la Cumbre que que se celebra por estos días.

En esta primera semana de negociaciones, explicó Figueres, "se están viendo las opciones que tienen que ver con cómo se va a construir el segundo período. Ya la pregunta no es si habrá un segundo período (de ejecución de compromisos), sino cómo se hará". Y observó que, a partir de ahí, la última palabra la tendrán los responsables ministeriales de los diferentes países, que, en el marco de esta cumbre, iniciarán las reuniones de alto nivel el próximo martes.

CHINA Y EE UU EN LA MIRA

El optimismo de Figueres contrasta con el escaso entusiasmo de Japón, que confirmó en esta cumbre que no firmará un segundo acuerdo de Kioto, porque busca "un nuevo, único y comprensible documento legal lo antes posible, para crear un nuevo marco internacional con la participación de las principales economías".

"China y Estados Unidos son los países con los niveles de emisiones más elevados", recordó el embajador nipón Masahiko Horie, al reclamar un acuerdo con "las mismas obligaciones para todos", dado que esos dos países no están obligados por el compromiso Kioto.

El jefe negociador chino, Su Wei, en tanto, manifestó su esperanza de que "Japón reconsidere su postura", a la que tildó de "no muy buena para el enfoque multilateral de la lucha contra el cambio climático".

Sin embargo, como Japón, también Canadá y Rusia ya han anunciado que no apoyarán el segundo período de Kioto mientras sus competidores comerciales, como China, India o EEUU, no adquieran compromisos similares.

EUROPA EMPUJA, PERO...

Mientras tanto, el jefe negociador de la Unión Europea (UE), el polaco Tomasz Chruszczow, asegura que el plan de la UE para impulsar un nuevo acuerdo internacional que sustituya al Protocolo de Kioto está atrayendo "un gran interés" en la cumbre de Durban.

Concretamente, Europa propone una "hoja de ruta" para lograr en 2015 un acuerdo de reducción de emisiones de gases que entraría en vigor en 2020 y comprometería a todas las grandes economías, incluidos los gigantes emergentes.

"Kioto solo ya no es suficiente, ya que (el acuerdo) únicamente abarca entre el 15 y el 16 por ciento de las emisiones globales", advierte el negociador europeo, quien, no obstante, admite que la UE "está preparada para apoyar un segundo período de compromiso de Kioto", a fin de que "no haya un vacío entre 2012 y 2015", cuando -según la hoja de ruta- se acordaría el nuevo tratado, y "se mantenga vivo el actual régimen multilateral" contra el cambio climático.

El negociador chino afirma que su país, mayor emisor mundial de gases causantes del efecto invernadero como el CO2, no descarta firmar un nuevo tratado legalmente vinculante, pero se declara partidario de aprobar, de momento, la renovación del acuerdo de Kioto que, como está claro, no supone para su país ningún tipo de obligación por ser considerado un país en desarrollo.

Estados Unidos -otro gran emisor de gases que no asumió el compromiso de Kioto-, por su lado, ha tratado en lo que va de la cumbre de esquivar una definición sobre la propuesta europea de alcanzar un nuevo acuerdo que incluya a ese país y a China. Su enviado a esta cumbre del cambio climático, Jonathan Pershing, afirma que no ha mantenido hasta ahora "conversaciones con la UE centradas en ese asunto", a pesar de que ambas delegaciones se han reunido "varias veces" en Durban. Y reiteró la postura de su país, que está interesado sólo en un proceso que afecte a "todas las grandes economías" y, por consiguiente, obligar también a las emergentes, básicamente, a China.