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Las PASO: Qué es el escrutinio provisorio y el escrutinio definitivo y cuál tiene validez legal
El domingo a partir de las 21 comenzarán a circular los datos preliminares de las elecciones primarias.
A tres días de las PASO, uno de los temas que generaron dudas fueron las críticas a la empresa SmartMatic responsable de trasnmitir los datos preliminares desde el domingo a las 21. Por más que desde el gobierno insistieron en la seguridad de dicho sistema, las dudas en torno a qué valor legal tiene esa instancia va en aumento.
Según el Código Electoral Argentino (CEA), donde figuran todos los lineamientos del proceso electoral, hay dos instancias de recuento de votos, pero solo una tiene validad legal: el escrutinio definitivo.
Con el fin de dar difusión en el menor tiempo posible al resultado de las elecciones, se creó el escrutinio provisorio, que está a cargo del Poder Ejecutivo. Es decir, a cargo del partido que gobierna a nivel nacional en el momento de la votación, y que delega la tarea en la Dirección Nacional Electoral (DINA), que depende del Ministerio del Interior.
¿De dónde surgen esos datos? Cuando se cierra la votación, el presidente de cada mesa, junto a los fiscales de los partidos, cuentan uno por uno los votos. Luego lo vuelcan en tres documentos: en el acta, el telegrama y los certificados de escrutinio, que llevan la firma de todos ellos. Cada fiscal se lleva un certificado de escrutinio como comprobante del resultado en esa mesa.
Según el CEA, tres horas después del cierre de la votación, la DINA puede comenzar a difundir los resultados en base a los telegramas que llegan al centro de cómputos. El responsable de toda la logística para que las urnas lleguen en tiempo y forma a todo el país y luego vuelva para el recuento final, es el Correo Argentino.
La puja actual gira en torno a la empresa venezolana Smartmatic que ganó la licitación pública para brindar el sistema electrónico por el cual se cargarán los datos y los telegramas que serán enviados al centro de cómputos nacional.
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Estos datos, que se conocen como escrutinio provisorio, según el CEA no tienen validez legal y solo informan el resultado que deberá ser refrendado por el "recuento definitivo", que está a cargo de la Junta Electoral y que puede demorar hasta 10 días.
En el recuento definitivo, trabajadores de la Junta Electoral reciben las urnas y las actas que firmaron los presidentes y fiscales de cada una de las más de 11 mil mesas distribuidas en todo el país.
Este proceso es presenciado y monitoreado por delegados de cada partido político que cotejan que los números que dice el certificado que se llevó cada uno de sus fiscales coincida con el acta que recibió la Junta Electoral.
En torno a una mesa y, a viva voz, el empleado de la Junta Electoral lee el acta que recibió de cada mesa. Luego, los delegados de los partidos, también a viva voz, marcan si encuentran alguna inconsistencia o diferencia entre el acta y su certificado.
¿Qué pasa si hay diferencias? El responsable de cada partido político puede reclamar la apertura de la urna y el recuento manual de cada uno de los votos.
Según el Código Electoral Argentino (CEA), donde figuran todos los lineamientos del proceso electoral, hay dos instancias de recuento de votos, pero solo una tiene validad legal: el escrutinio definitivo.
Con el fin de dar difusión en el menor tiempo posible al resultado de las elecciones, se creó el escrutinio provisorio, que está a cargo del Poder Ejecutivo. Es decir, a cargo del partido que gobierna a nivel nacional en el momento de la votación, y que delega la tarea en la Dirección Nacional Electoral (DINA), que depende del Ministerio del Interior.
¿De dónde surgen esos datos? Cuando se cierra la votación, el presidente de cada mesa, junto a los fiscales de los partidos, cuentan uno por uno los votos. Luego lo vuelcan en tres documentos: en el acta, el telegrama y los certificados de escrutinio, que llevan la firma de todos ellos. Cada fiscal se lleva un certificado de escrutinio como comprobante del resultado en esa mesa.
Según el CEA, tres horas después del cierre de la votación, la DINA puede comenzar a difundir los resultados en base a los telegramas que llegan al centro de cómputos. El responsable de toda la logística para que las urnas lleguen en tiempo y forma a todo el país y luego vuelva para el recuento final, es el Correo Argentino.
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En el recuento definitivo, trabajadores de la Junta Electoral reciben las urnas y las actas que firmaron los presidentes y fiscales de cada una de las más de 11 mil mesas distribuidas en todo el país.
Este proceso es presenciado y monitoreado por delegados de cada partido político que cotejan que los números que dice el certificado que se llevó cada uno de sus fiscales coincida con el acta que recibió la Junta Electoral.
En torno a una mesa y, a viva voz, el empleado de la Junta Electoral lee el acta que recibió de cada mesa. Luego, los delegados de los partidos, también a viva voz, marcan si encuentran alguna inconsistencia o diferencia entre el acta y su certificado.
¿Qué pasa si hay diferencias? El responsable de cada partido político puede reclamar la apertura de la urna y el recuento manual de cada uno de los votos.
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