Las netbooks, la escuela y la ortografía
Mientras el Gobierno se ha preocupado por disminuir las brechas sociales a través de la entrega de notebooks a los alumnos, por otro lado se supo que la tecnología afecta la calidad de algunas materias como lengua, comprensión de textos y caligrafía.
El tema se plantea a nivel mundial, pero en la Argentina se profundizó en los últimos años. Se asegura que, por distintas circunstancias y hasta por una "moda" entre los jóvenes, los chicos escriben en los distintos sitios de Internet con gruesos errores de ortografía. Y en nuestro país se plantea una contradicción en razón de que en el año en que se entregaron las netbooks para igualar en posibilidades a los chicos, se produjo una caída en el rendimiento en Lengua y Comprensión Lectora, según la prueba internacional PISA, quedando muy abajo en la lista de países que participaron en la competencia.
Los problemas ortográficos que suele presentar internet fueron estudiados a nivel internacional. Los mayores inconvenientes son atribuidos a las "modas" que los chicos toman en los diferentes sitios. Precisamente, un cofundador de uno de ellos señaló que su hija escribe mal en los foros y bien en la escuela, lo que determina que las reglas ortográficas las conoce, asegurando entonces que en determinados entornos, si lo hace correctamente se sentirá excluida. "Escribir mal entre los jóvenes es parte del juego de inclusión", destacó.
Otras fuentes señalan que internet no acaba con la buena ortografía y que "lo que ocurre es que ahora se los ve más", mientras otros aseguran que "si hay un problema no es de la Red, sino de la educación, porque quien tiene que enseñar ortografía no es Google, sino la escuela". Casi a modo de conclusión y a favor de la tecnología, se indica que muchos chicos, que tienen una muy mala ortografía en los sitios, modifican su modo de actuar y escriben correctamente cuando deben escribir una carta de presentación para un trabajo.
En el caso de la Argentina, desde el Gobierno se impulsó el año pasado el acceso a nuevas tecnologías y softwares libres en las escuelas secundarias, pero paralelamente se produjeron bajas performances en materias importantes.
Se indica que los alumnos del secundario no tuvieron un buen desempeño en Lengua y Comprensión Escrita y, en ese marco, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, admitió que la pobreza del lenguaje de los estudiantes, las dificultades de comprensión y el escaso universo de conocimientos se deben al excesivo uso de las tecnologías y redes sociales. Paralelamente surgieron datos de la Unesco sobre Escritura, que mostraron que la Argentina se ubicó detrás de Cuba, Uruguay y Chile, en el estudio que abarcó normas ortográficas y caligráficas, estableciendo que de cada 10 alumnos, entre 7 y 9 presentaron escritos que dificultaron su desciframiento en caligrafía.
Si bien esa situación que debe ser ubicada en el debe es seria y preocupante. También hay aspectos positivos, como la reducción de la brecha tecnológica y el posible ingreso a la sociedad de conocimientos de alumnos y docentes, se redujo el ausentismo escolar de jóvenes humildes, una baja de hechos de violencia en las aulas y un mejoramiento en la participación. Entre los padres, el plano se centra en el igualamiento social con otros sectores.
Oficialmente se ha indicado que la Argentina aumentó la inversión en educación, del 2 por ciento del PBI en 2002 al 6,47 por ciento en 2011; los salarios de los docentes aumentaron un 528 por ciento entre 2003 y 2011 y el de los profesores universitarios un 560 por ciento. Esas cifras, más la incorporación de netbooks en las aulas, determinan que hay preocupación por mejorar la Educación. El tema pasa en cómo establecer un mix a los efectos de que esa igualdad de oportunidades que se busca oficialmente, no se contraponga con la calidad educativa. En este plano es donde el docente tiene un valor fundamental para conjugar ambos aspectos.