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Las leyendas de Yuyito: un expresidente, Cóppola, el alcohol, HIV y religión

La exvedette estuvo en "Intrusos" y habló de los mitos que la rodearon, y de cómo es su vida actual relacionada con lo espiritual.

Yuyito González, estuvo hoy en el piso de "Intrusos", y confesó varias de sus intimidades y echó por tierra varios mitos sobre su vida.

Sobre el expresidente Carlos Menem, Yuyito confesó: "Estuve sentada cerca de Menem, no puedo hablar del tema porque después me preguntan mis hijos. A mí me dijeron que me sentara arriba de él. Se armaban cosas en la farándula. Fuimos a cenar varias veces, y está más que bien, el cholulismo político existió siempre. Yo fui usada por mucha gente, y viéndolo a la distancia no está mal. Pero está bueno ser útil para cosas buenas, no quiero que mis hijos tomen el trabajo que hice yo como ejemplo".

Con respecto a su relación sentimental con Guillermo Cóppola, aseguró: "Con Guillermo vivimos una relación tortuosa, se nos fue de control. Estuvimos muy enamorados, deslumbrados, y él pagó un precio grande por estar conmigo. Fue muy despreciado y castigado. Era envidiado, porque era y sigue siendo muy carismático".

Sobre los rumores que sostenían que ella poseía HIV, Yuyito relató: "Lo del HIV fue en el 95', era cuando se empezaba a saber del HIV. Fue muy fuerte el impacto por los rumores. Fue una persecución tremenda, una campaña, y los motivos los desconozco. Para mí fue una lección, hubo perversión y ensañamiento. Por suerte no fue real. Hoy todo se maneja de otra manera, pero en esa época, si hubiera sido real, hubiera sido muy duro. Comprobé lo que fue una mentira echada a rodar".


"Mi hermano es infectólogo y trabaja en el Hospital Muñiz y mi familia se tranquilizó por eso, porque sabían que no era cierto. Pero me tuve que ir a Miami a vivir porque me perjudicó mucho. Me fui con mi hija Barbie. Fue muy duro en lo personal y fue muy loco ver cómo te están velando en vida", confesó cómo esos trascendidos afectaron su carrera.

Sobre su nueva vida, González manifestó: "En su momento el alcohol me hacía romper barreras. Pero Dios me salvó de muchas cosas. En 2005 me recluí en mi casa, me bajoneé. Quería salir de toda esta exposición. Yo era Yuyito y no sabía cómo vivir de otra manera, no sabía cómo defenderme. Yo quería terminar con la profesión, pero tenía miedo de quedarme sin plata. Después salí y tuve que reacomodar todo".

Para finalizar confesó cómo conoció la religión y su nueva vida espiritual: "Recibí un llamado y atendí a una mujer creyente evangélica que hacía 4 años que estaba rezando por mí. Algo que me dijo me hizo cambiar. Llegaban mujeres a orar a mi casa y ahí sentí que me liberé. Estuve como en una granja de recuperación un año, fue como una súper terapia".