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Las claves para entender el enfrentamiento entre Gran Bretaña y Rusia por el envenenamiento de un ex espía

El envenenamiento de un doble agente llevó a ambos países a un cuadro no visto desde plena Guerra Fría.

La expulsión de 23 diplomáticos rusos de Gran Bretaña, la prohibición de cualquier miembros de la realeza y funcionarios a asistir al mundial de Fútbol en Rusia y el congelamiento de los contactos bilaterales entre Moscú y Londres por el envenenamiento del espía ruso Serguei Skripal son el corolario de una saga de espionaje digna de una película que comenzó el 4 de marzo.

El hallazgo


El domingo 4 de marzo, Skripal (66) y su hija Yulia de 33 años, son hallados inconscientes y en gravísimo estado en un banco del centro comercial 'The Malting' en Salisbury, Inglaterra.

Todo comenzó por a la tarde, cuando la Policía recibió una llamada advirtiendo por una extraña escena: la mujer apoyada sobre la falda del hombre, desmayada, mientras él hacía raros movimientos. Parecía como si estuvieran borrachos.

Ambos terminaron internados (y aún lo están) en terapia intensiva.

Envenenados


Al día siguiente se supo que Skripal y su hija fueron envenenados "intencionadamente con el propósito de causar la muerte" con un agente nervioso, según informó la policía antiterrorista británica.

Ambos fueron expuestos al gas nervioso en su casa. Luego estuvieron en el centro de la ciudad durante varias horas antes de ser encontrados inconscientes. Según reportes, comieron en un restaurante de pizza y después visitaron un pub. Unas 500 personas pudieron haber estado expuestas en esos lugares.

Un regalo sospechoso


Se estima que la hija de Skripal, que había viajado desde Rusia la semana pasada, trajo consigo "regalos de amigos" que pudieron haber transportado el agente tóxico.

Una dramática historia


Con el ataque, cobró luz una historia dramática que levanta sospechas. Liudmila -la esposa del ex espía- falleció el 23 de octubre de 2012. Según el certificado oficial, su muerte se produjo por un carcinoma. Tenía 59 años y había llegado a Inglaterra, junto a su esposo, en 2010.

Asimismo, Alexander, hijo de Skripal, murió cuando visitaba San Petersburgo, con su novia, el 18 de junio de 2017. Ambas muertes serán investigadas por la policía como sospechosas.

Puente de espías


Skripal trabajó en el pasado como coronel para el espionaje militar ruso. Pero en 2006 había sido condenado a 13 años de prisión por alta traición a su país por haber realizado actividades de espionaje para los servicios secretos británicos MI6.

En 2010 fue puesto en libertad en un intercambio de espías rusos expulsados de Estados Unidos, canje que tuvo lugar en una pista del aeropuerto de Viena, en lo que en su día fue uno de los más notorios casos desde la época de la Guerra Fría.

Se cree que Skripal continuaba trabajando para el MI6 británico, dando clases sobre cómo actuaban los servicios de inteligencia rusos en las actuales circunstancias de guerra híbrida y en el training de agentes.

El veneno y la mano rusa


Este lunes, Theresa May acusó a Rusia de estar involucrada en el ataque al espía. Y expertos del Ejército británico determinaron que la sustancia, de la que se han encontrado trazas en un restaurante y un pub de Salisbury, es del tipo "Novichok", fabricada por Rusia.

El científico que reveló el programa ruso de armas químicas, Vil Mirzayanov, que ahora vive en Estados Unidos, dijo que "solamente los rusos" fabricaron el potente agente nervioso "Novichok" usado en el atentado.

May dio plazo hasta el miércoles para que Rusia de explicaciones sobre el caso. Algo que no ocurrió.

Qué es el Novichok


El agente "Novichok" ("pequeño último") fue concebido al final de la URSS, está diseñado para producir daños irreparables y no tiene cura. Los signos más visibles de contaminación son "dolores de cabeza, dificultades para enhebrar el pensamiento, coordinación, imposibilidad de respirar".

Es una toxina formada por dos químicos, fue diseñada para que no fuera detectada por los inspectores internacionales. En Salisbury sería la primera vez que es usado.

Sanciones


Tras indicar que no está involucrada en el ataque al espía y exigir a Londres evidencias, Theresa May anuncio este miércoles sanciones contra Moscú al considerar insuficientes las explicaciones del Kremlin. La premier enunció las medidas.

La expulsión de 23 diplomáticos rusos y la suspensión de contactos bilaterales con Moscú, incluyendo una visita prevista del ministro de Exteriores ruso Serguei Lavrov y toda representación diplomática británica en el Mundial de fútbol Rusia-2018.

Rusia tenía hasta ahora 59 diplomáticos acreditados en Reino Unido. Los 23 expulsados, considerados por Londres como "agentes de inteligencia no declarados", tienen una semana para irse.

La respuesta rusa


La expulsión de los diplomáticos "es absolutamente inaceptable e indigna", añadió la cancillería en un comunicado. Y aseguró que la represalia de Moscú a las sanciones británicas "no tardará".

Expulsión de diplomáticos británicos


Este jueves el canciller ruso Serguei Lavrov avisó que serán expulsados diplomáticos británicos de Rusia. Será "pronto", aseguró. Y volvió a exigir pruebas a Londres sobre el caso.

(Fuente: Clarín)