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Las "cirugías mediúmnicas" de João de Deus (II)

Un famoso médium brasileño convoca a miles de personas y afirman que cura el cáncer, parálisis, cegueras y una gran variedad de enfermedades.

Del mismo modo que el pionero Zé Arigó recetaba a diestra y siniestra mientras su familia esperaba ansiosa las recetas en sus farmacias, João hace lo propio con su "Farmácia Dom Inácio de Loyola".

Mientras los pacientes hacen cola y desfilan uno a uno ante el curandero, que se encuentra sentado sobre un sillón y con sus pies descalzos apoyados sobre un almohadón o toalla, siempre mantiene a mano -sobre el apoya-brazo derecho- un bloc de notas y lapicera para prescribir lo que deben consumir. Las opciones no son muchas, pero suficientes para incrementar los ingresos y nadie escapa a su recetario.

 

La farmacopea "manipulada" de João

Es limitada pero efectiva a la hora de los números. Suele recomendar un suplemento "manipulado" a base de passiflora, cuyo costo es de R$ 50 (18,70 dólares). Pero si alguien quiere adquirirlos por su cuenta, el valor asciende entre 60 y 150 dólares. ¿Dónde comprarlo?, en la farmacia que está detrás de la librería, en la misma Casa de Dom Inácio.

Vale recordar que João atiende tres veces por semana pero la Casa está abierta todos los días. De acuerdo a Heather Cumming, una de sus máximas promotoras y co-autora del libro "John of God: The Healer Who's Touched the Lives of Millions", últimamente asisten entre 1.200 y 1.500 personas por día, y aún más en las fechas festivas o aniversarios. En una de las últimas notas brasileñas se habla de 5.000 personas por semana [Veja São Paulo, 29/08/2014]. Por lo tanto, y sólo con la "passiflora manipulada", los ingresos rondarían un mínimo de 93.500 dólares semanales y 374.000 mensuales.


Duchas energéticas

También disponen de habitaciones especiales destinadas a sesiones de baños con cristales de cuarzo y luces de colores. Cualquiera puede tomar estas duchas lumínicas en forma voluntaria o "a pedido de la Entidad". Sea pedigüeña o no la Entidad, el bañito tienen un costo definido como "pequeña contribución" (R$ 20 en el año 2009) y la reserva del mismo debe hacerse en la librería. Todo al alcance del visitante. Si tomamos este valor del año 2009, cuyo equivalente es de 7,5 dólares, y lo multiplicamos por 5.000 visitas semanales, obtenemos un ingreso de 150.000 dólares mensuales.


Si los baños no son suficientes, se pueden comprar los cristales de cuarzo en el shopping que funciona, también, dentro del predio y administra Sandro, uno de los nueve hijos de João. Ahí pueden adquirir todo tipo de objetos bendecidos por el mismísimo manosanta y "agua fluidificada" o "bendita" que es la más recomendada a un costo de R$ 3 (US$ 1,12). O sea que una venta mínima asegura un ingreso de 22.400 dólares mensuales.


Curaciones a distancia

Para que nadie esté privado de la atención por una cuestión de distancia, ofrecen un servicio mediante el cual se puede hacer llegar una foto -a través de algún familiar, amigo o por correo electrónico- acompañada de los datos personales y especificando el tipo de enfermedad por la que se consulta. Las fotos serán depositadas para la oración, pero en los casos que la Entidad decida prescribir medicamentos o agua fluidificada, los productos serán enviados por correo o a través de voluntarios. La prescripción tiene un costo de 25 dólares por cada foto. A la Entidad también se le puede antojar que el consultante visite la Casa, por lo tanto hay que tener las valijas listas.


Todos los pacientes que han sido "operados" por João, deben regresar a la Casa  para una revisión dentro de un plazo máximo de 60 días. Otro viajecito que seguramente harán gustosos con el buen paquete turístico que ofrecen los Guías Independientes Reconocidos por la Casa. Existen varios operadores distribuidos en cuatro zonas estratégicas: 1) Estados Unidos y Canadá, 2) Reino Unido y Europa, 3) Australia y Nueva Zelanda, 4) Sudamérica, México y Sudáfrica.


La promotora estadounidense Barbara Rose Billings, en cuya primera visita fue reconocida por la Entidad como una "Hija de la Casa" e invitada a llevar gente a Abadiâna, reconoce una "Donación a la Casa" incluida en su oferta turística. Lo mismo hace Heather Cumming mencionando una "Generosa donación a la Casa". Ni hace falta aclarar a qué bolsillo irá a parar.


El sincretismo también suma

Como si fuera consigna de manual, es una característica que identifica a todos los mercaderes del charlatanismo. Dejar abierta la puerta a todas las religiones favorece el negocio y hay que saber explotarlo. Sin duda João es un experto en el tema y se hace evidente dando un simple vistazo en la Casa y el shopping.


A esta sucinta lista de ingresos debemos sumarle la incalculable generosidad de la gente en materia de donaciones. Algo que se alienta con carteles destacados en la Casa y por los promotores turísticos desde sus páginas. La última donación que se hizo pública es un terreno de 2.500 m² en la localidad de Jundiaí, en São Paulo [Veja São Paulo, 29/08/2014].


El "humilde" manosanta

Tomando los valores mínimos, indispensables y que se pueden calcular, el ingreso asciende a más de medio millón de dólares mensuales.

Después de esto es conmovedor leer las declaraciones de Hamilton Pereira, ex alcalde de Abadiânia y ahora gerente financiero de la Casa Dom Inácio y Secretario de Finanzas del municipio, quien dijo que los gastos mensuales de la institución eran de R$ 90.000 (casi 34.000 dólares) y que "a veces él [João] tiene que sacar  de su propio bolsillo para pagar las cuentas" [Revista ISTOÉ, Edição 2201, 13/01/2012].

Este colosal negocio daría cuenta de la solvencia espiritual de "Juancito de Dios" que, a la fecha y con 72 años de edad, es propietario de:

  • 28 casas en Abadiânia registradas a su nombre.
  • 9 propiedades en Anápolis, adquiridas desde el año 2008 a esta parte.
  • 1 avión Seneca II.
  • 1 Kia Sorento para movilizarse diariamente y con personal de seguridad.
  • 1 mina de oro en Nova Era, Minas Gerais, en sociedad con un empresario local.
  • También certifica ingresos por cría de ganado y cultivos de soja.

Poco importaría esta industria de la curación si las famosas cirugías de João de Deus fueran realmente milagrosas. Pero lamentablemente no, veremos en la próxima entrega que forman parte de un gran circo y con serios riesgos.