Las cinco mejores cosas de la televisión de un feriado
Eterno fin de semana largo que aún tiene para rato, la tele sigue siendo ese lugar al que estamos cansados de ir, pero al que vamos igual.
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
1 - Lo mejor de la tele de los días feriados es que nadie espera de ella demasiado. Si pasara eso los días hábiles, luego no nos quejaríamos tanto.
2 - En Semana Santa, por ejemplo, nunca está de más volver a ver esas películas como "Jesús de Nazareth", que suelen repetir en estas fechas, que es un descanso a tanta Nazarena Vélez de cualquier día normal.
3 - El bajo encendido reinante hace saber que la gente está definitivamente... pasándola mejor.
4 - Mucho refrito, programas grabados, dan descanso a los trabajadores incansables del medio en su trajinar constante de un medio que no da tregua (?). Es una pavada pero suena lindo, ¿No?.
5 - Los Simpsons siempre están a mano para llenar huecos infinitos y baches de programación; la buena de Virginia Lago toma un tecito también los feriados. El chimento nunca descansa, y así va la vida televisiva en la semana más larga de feriados interminables en los que la gente, a la larga, vuelve a ver televisión cuando ya no sabe qué hacer con los niños.
@rodrigolussich
1 - Lo mejor de la tele de los días feriados es que nadie espera de ella demasiado. Si pasara eso los días hábiles, luego no nos quejaríamos tanto.
2 - En Semana Santa, por ejemplo, nunca está de más volver a ver esas películas como "Jesús de Nazareth", que suelen repetir en estas fechas, que es un descanso a tanta Nazarena Vélez de cualquier día normal.
3 - El bajo encendido reinante hace saber que la gente está definitivamente... pasándola mejor.
4 - Mucho refrito, programas grabados, dan descanso a los trabajadores incansables del medio en su trajinar constante de un medio que no da tregua (?). Es una pavada pero suena lindo, ¿No?.
5 - Los Simpsons siempre están a mano para llenar huecos infinitos y baches de programación; la buena de Virginia Lago toma un tecito también los feriados. El chimento nunca descansa, y así va la vida televisiva en la semana más larga de feriados interminables en los que la gente, a la larga, vuelve a ver televisión cuando ya no sabe qué hacer con los niños.