Sociedad
Las calles del AMBA quedaron vacías en la primera jornada de restricciones para contener la segunda ola de coronavirus
Las fuerzas federales hicieron un operativo cerrojo. Desde las 20 y hasta las 6, está prohibido circular pero hubo escenas de violencia y comerciantes que no acataron la medida.
En el marco de la segunda ola de coronavirus, este viernes comenzaron las nuevas restricciones que tuvieron un alto acatamiento. Sin embargo, no faltaron algunas escenas violentas y algunos propietarios de locales gastronómicos fueron multados por no obedecer.
Minutos antes de las 22, cuando se estaban por cumplir las primeras dos horas de restricciones a la circulación, la Ciudad ya exhibía postales desoladas, muy ajenas a un viernes por la noche. Las cámaras de TN reposaron sobre Avenida 9 de Julio, el Obelisco, la autopista 25 de Mayo y el Paseo del Bajo. La escena era la misma: apenas unos pocos autos intervenían sobre un inusual retrato urbano, que recordó a las primeras semanas de cuarentena total durante el año pasado.
Apenas pasadas las 20, inmediatamente después del inicio de las flamantes medidas, todavía había un colapso de tránsito en la autopista Panamericana, en la mano que va hacia el Norte del conurbano bonaerense.
La decisión de Frederic
A su vez en el Puente Pueyrredón, donde hubo fuertes controles de la Prefectura al transporte público, se registró una escena reprochable: una familia entera con chicos fue obligada a descender de un colectivo por no contar con el permiso de circulación.
Sabina Frederic, ministra de Seguridad, suspendió el operativo y cuestionó a los agentes. “No hay que bajar a la gente de los colectivos. No es esa la orden que les dimos”, aclaró. “Lo que tienen que hacer es parar a partir de las 8 de la noche a los vehículos particulares, sobre todo, y también al transporte público para constatar que tenga el certificado de circulación”, remarcó la funcionaria.
Con respecto a las nuevas restricciones, Frederic recordó: “De ocho de la noche a seis de la mañana solo pueden circular quienes son esenciales, y a eso lo define la tramitación del Certificado Único de Circulación tanto para quienes viajan en transporte público como para los que viajan en vehículos particulares. Aunque también pueden viajar aquellos que tengan una emergencia o estén retornando del trabajo y necesiten un tiempo más para llegar a su casa”.
“Cualquier penalización requiere de la intervención de un juzgado. Se labra un acta y se determina cuál es el criterio a adoptar”, aclaró la ministra.
Sobre el índice de cumplimiento de las flamantes normas, la titular de la cartera de Seguridad señaló: “Yo vengo desde el sur del Gran Buenos Aires y se ha visto una merma significativa de las personas y los colectivos circulando a partir de las 20”.
Violencia y desobediencia
En Plaza Once las dársenas de las paradas de colectivos estaban desiertas. En la estación de trenes de Constitución, entretanto, se vio a un puñado de gente intentando abordar las formaciones que se dirigían hacia el Sur del Gran Buenos Aires.
En Florencio Varela, minutos después de las 20, dos jóvenes se agarraron a trompadas con policías que no los dejaban subir al tren por no ser personal esencial.
Los jóvenes insistían con que los dejaran subir a la formación del tren Roca. “Somos laburantes”, se excusaron. Los agentes los miraban en silencio, pero se mostraban inflexibles al pedido. Fue entonces que se generó una tensa discusión y, casi en simultáneo, comenzaron los insultos y las amenazas a los efectivos.
Los policías, finalmente, reaccionaron. Hubo golpes de puño y empujones. Un grupo de personas que atestiguaron la escena intervino para que la situación no se volviera incontrolable. Los gritos y los insultos continuaron. Finalmente los dos hombres a los que no se les permitió subir al tren fueron reducidos y, posteriormente, detenidos.
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