Las automotrices dan apoyo para evitar mal mayor
* Por Horacio Alonso. Las automotrices recibieron el acuerdo entre la Argentina y Brasil con cierta satisfacción, más allá de que signifique ceder a la posición que habían planteado el martes pasado en su reunión con la ministra de Industria, Débora Giorgi.
Ante la gravedad de la situación, que tiene unos 20.000 autos esperando en la frontera para ingresar al país vecino, lo anunciado en Brasilia pone al menos reglas de juego claras y ayuda a descomprimir la situación.
La discusión por el plazo que se toma Brasil para autorizar el ingreso de los vehículos argentinos (licencias no automáticas) es clave porque determina el stock de 0 km que deben tener los fabricantes argentinos. Legalmente ese trámite puede demandar hasta 60 días. Brasil había propuesto bajarlo a 10, pero la Argentina pedía 4. Finalmente se aceptó que fueran no más de 10.
«A esta altura no podemos ponernos duros en que sean cuatro o cinco días pero no diez porque si Brasil, por su parte, se pone más firme se puede complicar todo y fracasar la negociación», admitió un empresario a este diario.
En realidad, esta agilización de los trámites no quedó oficializada en ningún papel sino en un acuerdo de palabra ya que de haberlo hecho dispararía los reclamos de los demás países que deberán esperar el plazo de hasta 60 días como máximo que puede tomarse Brasil. De todas maneras, pese a no estar escrito, seguramente habrá quejas por este tratamiento preferencial.
Anoche, la entidad que agrupa a las terminales locales (ADEFA) emitió un comunicado en donde sale a dar el apoyo formal a la gestión del Gobierno argentino.
El presidente de ADEFA, Aníbal Borderes, consideró «auspiciosos los progresos alcanzados en una nueva ronda de negociaciones» entre la Argentina y Brasil y auguró que, «como resultado de ello, se pueda normalizar el comercio bilateral en el sector automotor, en plazos que no afecten el normal desempeño de las plantas radicadas en nuestro país».
Destacó además «la importancia que el Mercosur tiene para el desarrollo de la industria automotriz en ambos países», y puso de relieve que en el caso de la Argentina «el sector explica el 50% del crecimiento de la industria manufacturera, así como también representa el 37,5% de las exportaciones de origen fabril», y precisó que «el 80% de las ventas externas de automotores tienen por destino el mercado brasileño».