Las aulas multiculturales
*Por Osvaldo Pepe. Cada vez hay más hijos de inmigrantes en las escuelas públicas de la Ciudad. Dos motivos empujan la tendencia. La Asignación Universal por Hijo, que sólo se cobra si los chicos mantienen la escolaridad , y el crecimiento de la inmigración en el país, según los datos del Censo 2010
De acuerdo a ese relevamiento, en la Argentina hay 20% de extranjeros más que hace una década y es la primera vez en casi un siglo que la inmigración crece, con mayoría de ciudadanos paraguayos y bolivianos. Esa tendencia se está trasladando de a poco a la escolarización y así han surgido las llamadas "aulas multiculturales" , un pequeño laboratorio cotidiano de integración, diversidad y pluralismo. Una educación para la vida real , la de todos los días.
Todas estas cuestiones son bienvenidas en una sociedad donde sobreviven f uertes nichos de discriminación y en donde se escuchan con frecuencia comentarios descalificadores hacia la inmigración latinoamericana. Contrasentido si los hay en un país que construyó una estructura social diversa entre los siglos XIX y XX. De ningún modo fue la inmigración que pensó Alberdi, de cuya preferencia por la población anglosajona dejó abundante y conocida constancia. Sin embargo, los constituyentes de 1853 se elevaron sobre esa limitación y forjaron nuestra identidad con aquella frase que, bueno es recordarlo, debería definirnos siempre como Nación abierta "a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino".
Así como en el pasado la escuela pública fue el gran motor de la integración y de la igualdad de oportunidades, acaso se repita aquel fenómeno y tengamos mañana una generación de profesionales y dignos trabajadores, hijos de albañiles o empleadas domésticas de hoy, que han venido a cumplir en esta tierra aquel mandato constitucional. Todo eso será posible si la escuela cumple, además de su rol integrador, el otro aspecto indispensable de su tarea: enseñar cada día más y mejor . Una educación de calidad para un país que honre viejas aspiraciones de los padres fundadores.