Las alternativas de ayuda social que evalúa el Gobierno ante la segunda ola de Covid-19
Las autoridades estudian varias alternativas ante las posibles restricciones por el virus.
A la espera de los anuncios sobre las nuevas restricciones, los sectores sociales más vulnerables están en alerta y esperan por el regreso de la asistencia estatal. Según el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, el dato de pobreza habría llegado a 51% (en lugar del 42% que marcó a fin de 2020) si el IFE no hubiera existido.
En total hubo tres rondas de IFE, de $10.000 cada una, que alcanzaron a nueve millones de personas. La Anses fue la encargada de empadronar a los beneficiarios y hacer los pagos e impulsar la bancarización de aquellos destinatarios que no tenían cuenta bancaria. Ante las nuevas restricciones, desde el organismo que conduce Fernanda Raverta descartaron que se esté pensando en un nuevo IFE.
Sin embargo, las especulaciones apuntan a que habría un bono de asistencia económica (que no se llamaría IFE) que podría estar destinado a los jóvenes de entre 18 y 29 años, uno de los sectores más golpeados por la pobreza. Desde Anses prefieren esperar a que se conozcan las restricciones antes de hacer algún anuncio concreto.
La cartera de Desarrollo Social, en tanto, mantiene la Tarjeta Alimentar, cuyo monto se duplicó en febrero para empatar a la inflación, y el plan Potenciar Trabajo. A fines de marzo, el ministro Arroyo declaró a TN que si la situación sanitaria lo amerita se tomarán “medidas excepcionales” y advirtió que las personas de entre 18 y 29 años están en la situación “más crítica” en términos laborales. De todos modos, el funcionario recordó que el IFE y el ATP, como tales, no están previstos en el Presupuesto 2021.
El año pasado, la ejecución presupuestaria del ministerio de Desarrollo Social triplicó a lo previsto, según declaró el propio Arroyo. “Arranqué con un presupuesto de 84.000 millones de pesos y terminó con 240.000, nosotros ejecutamos el 300% del presupuesto anual”, afirmó. Si bien en 2021 no está fijado un incremento, con los antecedentes de 2020 el Poder Ejecutivo podría hacer una asignación extraordinaria de fondos si el contexto sanitario lo demandara.
Del otro lado de la negociación está la cartera económica, donde Martín Guzmán intenta ahorrar y bajar el déficit que generaron los programas excepcionales que se pusieron en marcha por la pandemia. El titular del Palacio de Hacienda refirió varias veces que las condiciones cambiaron a medida que se hicieron mayores aperturas en el aislamiento y que, por ello, los planes de asistencia de 2020 ya no se justificaban.
Por el lado de las empresas, la gastronomía, la construcción y otros sectores están en alerta de cara a los nuevos cierres. Por ahora, el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), que ayudaba a los empleadores a pagar el 50% de los salarios, continúa suspendido. El Repro, que funcionó como su reemplazo, se fue reduciendo a menos sectores y elevando los requisitos de modo de abarcar cada vez a menos rubros.
El ministro de Producción, Matías Kulfas, afirmó que el ATP no volvería aunque afirmó que podría haber un reforzamiento del Repro. Sin embargo, la decisión no recaerá solo en esa cartera sino que saldrá del Gabinete Económico ya que esos créditos subsidiados para el pago de salarios involucran al Ministerio de Trabajo, la AFIP y el Ministerio de Economía, entre otras reparticiones.
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