Lanzan el “Ozempic argentino” inyectable: costará un 80% menos que el original importado
El nuevo medicamento, fabricado localmente, estará disponible desde la segunda mitad de mayo. Su llegada se da en el marco de un plan oficial que busca reducir el costo de los remedios más utilizados.
Una versión nacional inyectable del Ozempic, uno de los fármacos más populares en los últimos años, fue aprobada por la ANMAT y llegará a las farmacias en la segunda quincena de mayo. El nuevo producto, desarrollado por el laboratorio Elea, tendrá un precio de lista un 80% más bajo que su par importado, según informó el portal especializado Kairos.
El medicamento está autorizado para tratar la diabetes tipo 2, aunque en la práctica también se prescribe para bajar de peso. Su principio activo es la semaglutida, una sustancia que actúa como regulador del apetito y que ya mostró resultados positivos en tratamientos combinados con dieta y ejercicio.
Esta novedad llega en un contexto en el que el Gobierno busca fomentar la producción de medicamentos locales para abaratar costos, tanto para los pacientes como para el sistema de salud. En línea con esa política, la ANMAT emitió una resolución que impulsa el desarrollo de biosimilares argentinos. Ya se había visto un caso exitoso con el pembrolizumab, un fármaco contra el cáncer cuyo precio bajó un 60% tras el lanzamiento de su versión nacional.
Elea, que ya había lanzado el año pasado una versión en comprimidos llamada Dutide, ahora suma la presentación inyectable, que se aplicará una vez por semana. Cada caja, que incluye cuatro jeringas prellenadas de 1 miligramo, tendrá un precio estimado de $128.400, frente a los más de $650.000 que cuesta la original del laboratorio danés Novo Nordisk.
Por ahora, el Dutide inyectable competirá con el Ozempic, aunque se espera que hacia la primavera también llegue al país el Wegovy, otra semaglutida inyectable del mismo laboratorio danés, indicada exclusivamente para bajar de peso. En paralelo, Elea ya trabaja en su propia copia de ese fármaco: la documentación ya fue presentada ante la ANMAT y su aprobación podría concretarse hacia fin de año.
La semaglutida está destinada a un uso crónico y su efectividad suele evaluarse a los tres meses de tratamiento. Su prescripción es siempre bajo receta médica, dado que puede tener efectos secundarios y no es apta para todas las personas.
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