Lagarde endulza los oídos de Brasil al prometer ampliar el poder de emergentes en el FMI
La candidata a directora-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ministra de Finanzas de Francia, se comprometió a ampliar el poder de los países emergentes en el organismo y a aumentar la diversidad de nacionalidades entre los técnicos de la institución.
Lagarde inició ayer en Brasil, una serie de viajes por países emergentes, para defender su candidatura, y sus declaraciones apuntaron exactamente a los temas que las autoridades brasileñas calificaron públicamente como indispensables para que el país apoye a un candidato a la jefatura del FMI.
En las conversaciones que tuve con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, el ministro de Desarrollo (Fernando Pimentel) y el presidente del Banco Central (Alexandre Tombini), escuché la preocupación con la continuidad de las reformas en el FMI, dijo Lagarde, al finalizar su visita a Brasil. Las reformas son lo que hay que hacer y continuarán, agregó.
Lagarde no respondió cuando se le preguntó si pretendía negociar la nominación de un candidato de un país emergente para el puesto de vice director-gerente, que tradicionalmente ocupa un estadounidense y reivindicado, ahora, por China.
Sin embargo, la ministra francesa defendió una aceleración de los cambios en el Fondo, para garantizar mayor poder de voto y representatividad a los emergentes, actualmente sub representados.
La visita allanó el camino para el apoyo de Brasil a Lagarde, en la sucesión del Fondo, que tiene otro candidato, el presidente del Banco Central mexicano, Agustín Carstens. Mantega y otras autoridades brasileñas no se entusiasman con la candidatura del mexicano, a quién se atribuye en Brasilia poco empeño en las reformas del sistema de gobernabilidad del FMI.
No existe candidatura de los países emergentes en este momento, dijo Mantega, en una indicación de poco aprecio por la presentación de Carstens, que mañana llegará a Brasil para pedir el apoyo del país en su cruzada.
Lagarde informó que Mantega no habló con ella sobre una idea recientemente defendida por el gobierno brasileño, la realización de un mandato tapón de dos años, apenas para completar el mandato del ex director-gerente de la institución, Dominique Strauss-Khan, que renunció después de ser arrestado en Nueva York, acusado de abuso sexual a una camarera de un hotel, donde se alojaba.
Al hablar a la prensa con Lagarde, Mantega tampoco quiso hablar sobre ese tema.
Mi candidatura es por la realización de las reformas, garantizó la ministra francesa, tras almorzar con su par brasileño. Eso está muy relacionado a las modificaciones en la gobernabilidad para que permita mayor representatividad de todos.
Sin embargo, Mantega afirmó que no declarará el voto de Brasil antes del 10 de junio, fecha límite para oficializar las candidaturas. Me sorprendería que él se manifestara antes de esa fecha, comentó más tarde Lagarde.
Advertida por las autoridades brasileñas que no sería bien visto presentar su candidatura como una opción europea, Lagarde insistió que su candidatura no debe verse como un nombre de Europa para ocupar, como tradicionalmente ocurre, la jefatura del FMI; y repitió palabras utilizadas por Mantega, como universalidad y transparencia, al comentar los atributos con que pretende marcar su gestión. La nacionalidad del candidato no debe ser una ventaja ni una desventaja para la elección del futuro dirigente del fondo, argumentó.
Mantega también minimizó la importancia de que el futuro director-gerente del Fondo provenga de un país emergente. Hasta veo deseable la alternancia entre países avanzados y emergentes en el mediano y largo plazo, pero creo que la elección debe hacerse más por la calidad y la competencia que por la nacionalidad, argumentó.
Consciente de las preocupaciones sobre la posible indulgencia de un director-gerente europeo en relación al proceso de ajuste de las economías en Europa, Lagarde garantizó que quiere reforzar el poder de monitoreo del FMI.