Lady Gaga invitó a hacer "la revolución del amor"
Lo dijo al cierre de la Europride de Roma, ante cientos de miles de personas. Además, defendió la causa de los homosexuales.
"Debemos hacer la revolución del amor y también ir adelante en la defensa de él", repitió Lady Gaga en un discurso improvisado de casi media hora en el escenario instalado en el Circo Máximo, junto al Coliseo y cerca del Vaticano.
Vestida de forma comedida con un elegante traje negro y blanco, de la última colección del estilista Gianni Versace, según indicó ella misma, y con una peluca verde, la artista estadounidense no realizó ningún comentario provocador hacia el gobierno de Silvio Berlusconi ni hacia la Iglesia, como temían algunos políticos italianos.
"Soy consciente de las tradiciones religiosas, respeto a las familias que creen, pero creo que es importante reivindicar el cambio y reconocerlo", aseguró con una voz grave, antes de interpretar dos canciones al piano.
"Soy ciudadana del mundo y pido a los gobiernos que faciliten nuestro sueño de igualdad", añadió la joven de 25 años, que recordó sus orígenes italianos y su verdadero nombre, Stefani Germanotta.
La intervención de Lady Gaga fue la culminación de un desfile en el que abundaban las banderas arcoiris, y donde podían leerse eslóganes como "personas diferentes, mismos derechos" o "igualdad y derechos humanos para todos". Los participantes siguieron unas cuarenta carrozas, entre ellas la de las "familias arcoiris", con padres gays y sus niños.
En un tono más provocativo, un hombre disfrazado de obispo lució las palabras "pedofilia" y "abusos sexuales" pegadas a su vestimenta.
Según los organizadores, 400.000 personas participaron en el desfile. La policía hizo un cálculo de entre 300.000 y 500.000 antes del evento.
Vestida de forma comedida con un elegante traje negro y blanco, de la última colección del estilista Gianni Versace, según indicó ella misma, y con una peluca verde, la artista estadounidense no realizó ningún comentario provocador hacia el gobierno de Silvio Berlusconi ni hacia la Iglesia, como temían algunos políticos italianos.
"Soy consciente de las tradiciones religiosas, respeto a las familias que creen, pero creo que es importante reivindicar el cambio y reconocerlo", aseguró con una voz grave, antes de interpretar dos canciones al piano.
"Soy ciudadana del mundo y pido a los gobiernos que faciliten nuestro sueño de igualdad", añadió la joven de 25 años, que recordó sus orígenes italianos y su verdadero nombre, Stefani Germanotta.
La intervención de Lady Gaga fue la culminación de un desfile en el que abundaban las banderas arcoiris, y donde podían leerse eslóganes como "personas diferentes, mismos derechos" o "igualdad y derechos humanos para todos". Los participantes siguieron unas cuarenta carrozas, entre ellas la de las "familias arcoiris", con padres gays y sus niños.
En un tono más provocativo, un hombre disfrazado de obispo lució las palabras "pedofilia" y "abusos sexuales" pegadas a su vestimenta.
Según los organizadores, 400.000 personas participaron en el desfile. La policía hizo un cálculo de entre 300.000 y 500.000 antes del evento.