La vuelta de Mirtha; más Mirtha que nunca
Ayer todos hablaron del regreso de la diva a la televisión, con muy buen número de rating y su vigencia intacta. Sus tics también estuvieron a la orden del día.
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Nadie esperaba algo distinto, y Mirtha Legrand fue más Mirtha que nunca en su debut televisivo. Había contado días y horas de su ausencia en los almuerzos; desde aquel febrero de 2011 a este agosto de 2013 que la devolvió a la pantalla de América -mientras hizo el protagónico de ficción en "La dueña"- pero ayer estaba en su salsa; radiante; siempre lista; rápida de reflejos y con sus tics en plena forma.
Sólo se puso repetitiva con el temita de estar unicamente los domingos y no volver al otro día al ser ahora su ciclo, semanal. Es como darle el dulce y sacárselo rápido; pero algo es algo. A prueba de todo, soportó estoica cortes de luz e interrupciones, quedando fuera del aire.
Dio títulos para todos. Le dijo a su canal que se haga cargo de explicar por qué no hubo programa con Adrián Suar; fue y vino en picantes cruces con Santiago del Moro; habló de política con Florencia Peña y repitió la cábala de tener a un divertido Pinti en el debut. A Campanella lo desaprovechó un poco. Anécdotas del Oscar y el suceso de Metegol metecían mayor destaque.
Interrumpió más que nunca pero imaginemos el efecto de la abstinencia del ciclo y sus daños colaterales. La excusa perfecta de un "auto-homenaje" hará que se permita todos sus modos y reiteración del estilo. Pedirle otra cosa sería inútil: Mirtha se repite a sí misma como principal bandera de su vigencia, su sello y su cautivante presencia televisiva.
Lúcida y atenta a todo, cada cosa que pasaba detrás de cámara la registraba y lo decía. Ese tono de reto a veces se hacía reiterativo, pero qué pedirle a Mirtha? Tal vez una vez por semana sea la medida justa para generar expectativa ante una tele floja de invitados. Con poca competencia enfrente -lideró y le ganaba a Sin codificar, con excelentes números y picos de 9.4- puede aprovechar ser extrañada. Una vez más decimos que en la tele, menos es más.
@rodrigolussich
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Nadie esperaba algo distinto, y Mirtha Legrand fue más Mirtha que nunca en su debut televisivo. Había contado días y horas de su ausencia en los almuerzos; desde aquel febrero de 2011 a este agosto de 2013 que la devolvió a la pantalla de América -mientras hizo el protagónico de ficción en "La dueña"- pero ayer estaba en su salsa; radiante; siempre lista; rápida de reflejos y con sus tics en plena forma.
Sólo se puso repetitiva con el temita de estar unicamente los domingos y no volver al otro día al ser ahora su ciclo, semanal. Es como darle el dulce y sacárselo rápido; pero algo es algo. A prueba de todo, soportó estoica cortes de luz e interrupciones, quedando fuera del aire.
Dio títulos para todos. Le dijo a su canal que se haga cargo de explicar por qué no hubo programa con Adrián Suar; fue y vino en picantes cruces con Santiago del Moro; habló de política con Florencia Peña y repitió la cábala de tener a un divertido Pinti en el debut. A Campanella lo desaprovechó un poco. Anécdotas del Oscar y el suceso de Metegol metecían mayor destaque.
Interrumpió más que nunca pero imaginemos el efecto de la abstinencia del ciclo y sus daños colaterales. La excusa perfecta de un "auto-homenaje" hará que se permita todos sus modos y reiteración del estilo. Pedirle otra cosa sería inútil: Mirtha se repite a sí misma como principal bandera de su vigencia, su sello y su cautivante presencia televisiva.
Lúcida y atenta a todo, cada cosa que pasaba detrás de cámara la registraba y lo decía. Ese tono de reto a veces se hacía reiterativo, pero qué pedirle a Mirtha? Tal vez una vez por semana sea la medida justa para generar expectativa ante una tele floja de invitados. Con poca competencia enfrente -lideró y le ganaba a Sin codificar, con excelentes números y picos de 9.4- puede aprovechar ser extrañada. Una vez más decimos que en la tele, menos es más.