La viuda del hombre que murió baleado por la Policía en Villa Crespo acusa que fue “rematado en el piso”
Lucía afirmó que se lo reveló una oficial sin saber que ella era su esposa. Confirmó que la víctima bajó del auto “lleno de sangre”.
La viuda del hombre asesinado a balazos por policías en el barrio porteño de Villa Crespo aseguró este miércoles que su esposo había sido herido antes de ser "rematado en el piso", ya que bajó de su auto "lleno de sangre", por lo que pidió que investiguen "la secuencia anterior" al hecho en el que recibió "cinco disparos".
"Algo pasó antes, él no es de reaccionar así, algo tuvo que haber pasado", dijo Lucía al canal Crónica Televisión.
La esposa de Claudio Romano (39), quien trabajaba como chofer de una ART, aseguró que el hombre "se llevaba bien con los policías de la zona porque tenía que esperar en doble fila a los pacientes que llevaba a atenderse".
"Por última vez me comuniqué a las 10.26 y me contestó a las 10.28 y a las 11 le mando un mensaje y ya no lo ve, suponemos que pasó en ese lapso", dijo Lucía.
Según la mujer, una cámara de la zona captó el momento en el que su marido bajó de su auto "lleno de sangre" y cuando "le dispararon dos balazos del lado del conductor".
"Fui a hablar con el jefe de la Policía Científica. Me dijeron que tenía un arma blanca y yo le dije que él bajó lleno de sangre del auto. Me preguntó quién me había dicho eso, y le dije que me lo había dicho una oficial que estaba ahí a media cuadra. Y me lo dijo y pareció que metió la pata, que me lo dijo como una vecina más: no sabía que era su viuda. A ella se le escapó, vino compungida y me dijo ‘no sabés lo que es el auto adentro, algo tiene que haber pasado’", contó Lucía.
"La acompañante le termina de tirar, él trata de cruzar la calle y lo rematan en el piso", aseguró. Lucía contó que los testigos "escucharon seis disparos y aparentemente cinco fueron a él", por lo que pidió investigar "la secuencia anterior".
"Los investigadores sospechan que fue el desenlace de algo que pasó antes", afirmó la esposa de Romano, quien agregó que nunca vio la navaja secuestrada en poder de la víctima.
El hecho, por el que hay tres policías detenidos, ocurrió el martes por la mañana en Malabia al 900, entre Castillo y Jufré, hasta donde los efectivos de la comisaría 15B de la Policía de la Ciudad llegaron a bordo de un patrullero para realizar una diligencia judicial.
Fuentes judiciales y de la fuerza informaron que los hechos sucedieron cuando el oficial primero Ramón Pérez conducía el vehículo en el que iba junto a una inspectora y otra compañera.
Según la versión policial, al llegar a ese lugar, el oficial estacionó el móvil para concretar una notificación judicial y minutos después el chofer frenó detrás.
Romano tenía sus manos ensangrentadas y portaba una navaja, tras lo cual sin mediar palabra atacó a Pérez a través de la ventanilla del lado del conductor, que estaba baja.
El oficial, que resultó lesionado en un brazo, realizó al menos un disparo e hirió a su agresor, quien se retiró unos metros, pero luego regresó para intentar agredir a la inspectora que estaba en la vereda, según la policía.
Los voceros añadieron que la mujer policía disparó tres veces pero el automovilista se mantuvo en su postura.
Según Lucía, nunca había visto ese cuchillo del que habla la Policía. "Nunca ví que tuviera un arma blanca", dijo a Crónica TV.
"Ya en el piso se trata de levantar tres veces más, estaba como sacado este hombre, hasta que finalmente le dan un disparo que lo termina matando", siguió contando a Télam uno de los investigadores encargados de la pesquisa.
Romano, vestido con zapatillas, pantalón de jogging negro, buzo gris con capucha y campera azul, quedó muerto boca abajo en el medio de la calle Malabia.
Una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) arribó al lugar y trasladó al oficial Pérez al hospital Churruca de Parque Patricios, aunque su salud no corrió peligro.
Los médicos constataron que la víctima murió a raíz de las lesiones sufridas y Gendarmería Nacional realizó las pericias correspondientes.
El personal secuestró en el lugar una navaja curva con una hoja de 12 centímetros de largo que será peritada para determinar si fue la utilizada por el fallecido para cometer el ataque.
Los investigadores intentaban determinar las circunstancias de la muerte y la jueza Gómez Maiorano dispuso la aprehensión de los tres policías y el secuestro de sus armas reglamentarias calibre 9 milímetros. Las indagatorias se realizarían este jueves.
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