La violencia contra la mujer: mucho más que golpes, insultos y gritos
Para muchos aún es difícil comprender como cosas tan aparentemente inocentes refuerzan mecanismos que posibilitan, a largo plazo, la violencia contra la mujer.
@Sofisuu
starruella@diarioveloz.com
Mi abuela terminó el secundario, cumplió su sueño de viajar por el país y descubrió un talento innato por la pintura, todo, pasados los 80 años. Tras la muerte de mi abuelo cuando tuvo por primera vez, la posibilidad de tomar decisiones por sí misma.
Afortunadamente, sí, algunas cosas han cambiado. La sociedad occidental construye de a poco costumbres y convenciones dirigidas hacia una mayor igualdad de géneros y me alegro de poder redactar estas líneas desde mi lugar de mujer joven trabajadora con posibilidades y libertades muy distintas a las que tuvo mi abuela, no tantos años atrás.
Pero cientos de años de valores patriarcales no se evaporan. Para muchos aún es difícil comprender como cosas tan aparentemente inocentes refuerzan mecanismos que posibilitan, a largo plazo, la violencia contra la mujer. La estructura social donde predomina la mirada masculina, y una distribución desigual del poder entre hombres y mujeres, aun son parte intrínseca de nuestras prácticas y costumbres cotidianas. Sólo por nombrar algunos:
-Las exigencias desiguales en torno a la apariencia física de la mujer. desde chiquitas los juguetes y publicidades estimulan la belleza física de las mujeres, que estemos siempre lindas, que nos vistamos correctamente, que tengamos el cuerpo supuestamente apropiado. Nos venden kits de maquillaje, mini secadores de pelo y collares de perlas de plástico para estar espléndidas y coquetas a los cinco años. Con el tiempo cambiamos la bijouterie de fantasía por accesorios, maquillajes, dietas y hasta medicamentos que nos sigan posibilitando la irreal imagen de muñequita.
-Los supuestos deberes u obligaciones en torno a las tareas del hogar. Y volvemos a la infancia, los nenes juegan con autos, las nenas a la cocinita. Los nenes aprenden de velocidad y ocio mientras las nenas descubren como planchar ropa de Barbie y cocinar pollos de plástico.
-El concepto desigual en torno a la vida sexual de hombres y mujeres: sin ir mas lejos no es nada nuevo que no existe un masculino de la palabra "puta" con la misma definición. Sí, hoy en el 2012, sigue siendo bien visto que los hombres estén con cuanta mujer puedan, mientras la mujer no "debería" hacerlo o al menos no contarlo. La industria de los sex toys está en auge y así todo el placer masculino es mucho más socialmente aceptado que el femenino.
Violencia no es sólo golpe, no es sólo grito. Violencia contra la mujer es todo acto violento posibilitado por conceptos culturales afianzados que nos diferencian del hombre. Todo posible o real daño físico, sexual o psicológico tanto en la vía pública o en la vía privada es violencia, y las practicas cotidianas, las exigencias o reclamos a veces disfrazados de chistes, construyen el ámbito que posibilitan el trato diferenciado. Somos distintos, nadie lo niega, pero no por eso debemos aceptar posibilidades, derechos y libertades diferentes.
Hoy, como todos los 25 de noviembre desde 1999, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y quisiera pensar que si llego a tener tengo una nieta, pueda escribir algo distinto.