La vieja cobertura de la libertad
*Por Víctor Hugo Morales. Quiero solidarizarme en forma total con los trabajadores de Clarín, que están en conflicto con una empresa que ha hecho del ataque al sindicalismo una causa mayor.
La semana pasada, los trabajadores de AGR le advirtieron a la empresa y al gobierno el destrato, las agresiones y el desprecio que estaban padeciendo por su condición de trabajadores.
Clarín y toda la caterva de asociaciones como la SIP y Adepa, tan impresentables como instrumentos que favorezcan la libertad de empresa, le sacan jugo a una cuestión gremial con la vieja cobertura de la libertad de prensa. Entonces, el ADN para los hijos de Ernestina Herrera de Noble es ataque a la libertad de prensa, Papel Prensa en mano de dos diarios es ataque a la libertad de prensa, la desinversión que establece la Ley de Medios para tener un periodismo más democráticos es ataque a la libertad de prensa, que Fibertel sea declarado ilegal es ataque a la libertad de prensa, el reordenamiento de la grilla es ataque a la libertad de prensa.
Los resultados electorales de Catamarca y de Chubut son muy malas noticias para Clarín y sus seguidores, incluso la oposición no advierte cuán beneficioso sería para ellos despegarse del descrédito de esos medios. Clarín se pregunta: ¿cómo atacar ahora? Promueve una situación gremial y pide la intervención del gobierno. O efectivamente el gobierno reprime y se desdice de lo hecho estos años, o pierde por inacción.
La libertad de expresión está en juego cuando hay dictaduras, cuando se va preso si se dice lo que se piensa o cuando no hay libertad sindical. ¿Qué es lo que hoy no se puede decir?
Uno hubiera soñado con una tapa en blanco de Clarín al otro día del golpe de 1976 y no que se dijera "la normalidad se instala en el país", porque aquello era anormal. La situación de hoy tiene la normalidad de una simple lucha sindical, que una vez atendida permitirá que cada uno de los trabajadores puedan hacer lo que deben hacer, mientras se respete la libertad sindical.