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La vida de "Nilo" de Avenida Brasil no supera a la del actor

Se llama José de Abreu: la muerte de un hijo, su adicción, el exilio y su orientación sexual lo hacen único.

Seguramente después de Carmina, uno de los personajes que mas enervan al público de Avenida Brasil por su papel en la historia de Nina y Jorgito es Nilo. El personaje más nefasto del basurero, interpretado por José de Abreu (69), esconde una historia de lucha en su vida detrás de la máscara de la ficción.

Abreu lleva 40 años en la actuación y varias novelas exitosas en su carrera como Camino de Indias, Señora del destino y Deseo Prohibido, entre otras. Él asegura que los papeles de villano los disfruta más y hasta se jacta de ser conocido en Poirtugal como "el malo de la película". Sin embargo, su vida personal supera a las de ficción ya que tuvo que atravesar momentos dolorosos.

Cuando era joven luchó por sus ideales políticos, estudiaba Derecho y militaba y estudiaba actuación en la Universidad Católica de San Pablo. En 1968 se tuvo que exiliar en Europa por el terrorismo de estado brasileño. "Fui padre a los 23 años. Dejé Brasil para proteger a mi hijo, no podía correr ningún riesgo", dijo el actor según publicó la revista Pronto.

Su primer hijo, Rodrigo, en 1992, a sus 21 años apareció muerto tras caer del balcón de su departamento. La primera hipótesis había sido que se suicidó pero luego comprobaron que cayó por accidente.

Luego, en su segundo matrimonio tuvo una hija Ana y dos hijos: Theo y Christiano. Y tras su tercer paso por el altar tuvo a su quinto hijo Bernardo.

Además del dolor por la temprana muerte de uno de sus hijos, Abreu fue adicto al alcohol durante años. Hace nueve años el actor conoció a una psicóloga llamada Camila Mosquella, una rubia 35 años menor que él. Ella , sus hijos y sus cuatro nietos fueron su sostén a la hora de dejar su problema. Desde hace siete años que no toma una gota de alcohol.

"Soy bisexual ¿y qué?", fue uno de los tantos tuits que el artista publicó, mostrando que está orgulloso de ser quién es. Por esto recibió críticas y apoyo, pero siempre tuvo claro quién es. "Cuando quiero besar a una persona no pido un certificado de su condición sexual, solo depende del amor", planteó

Así, la vida y la personalidad de Abreu supera a la de Nilo.