DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La vergüenza: ¿la enemiga de la innovación?

La vergüenza amenaza tu autoestima y tu conexión con el mundo. Seamos conscientes que es una de las emociones más dolorosas que transitamos porque nos lleva a pensar que no somos dignos de ser amados o incluidos en un sistema, que somos imperfectos.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste vergüenza? ¿Recordas en qué momento fue, con quien estabas, qué te paso por el cuerpo, que fue lo que te hizo sentir as?. La vergüenza es algo que duele. No solo cuando la sufrimos sino cuando la provocamos en otros.  La vergüenza nos democratiza a todos. Es universal. Todos, pero absolutamente todos, sentimos la vergüenza. Es una de las emociones más primitivas que existen.

Ahora bien, quiero que tomes perspectiva y pienses que haces frente a la vergüenza. La mayoría de nosotros prefiere no hablar de ella. Y cuando no puedo poner en palabras mis emociones, caemos en la trampa de creer que, por no hablar de ella, esto va a desaparecer como el acto fungible de las palabras, pero la realidad es que, por el contrario, no verbalizar nos lleva a tener menos control sobre ella, y así se apodera de nuestra vida. 

Es sabido que, hoy día, las empresas tienen la responsabilidad de crear y habitar espacios donde prevalezca la seguridad psicológica, como habilitante principal para ser una organización que innova. Timothy R. Clark, referente en seguridad psicológica la define como ¨Una condición en la que te sentís incluido, seguro para aprender, seguro para contribuir, seguro para retar o desafiar el statu quo, sin miedo a ser avergonzado, marginado o castigado de alguna manera¨.

La vergüenza amenaza tu autoestima y tu conexión con el mundo. Seamos conscientes que es una de las emociones más dolorosas que transitamos porque nos lleva a pensar que no somos dignos de ser amados o incluidos en un sistema, que somos imperfectos.

La vergüenza es una construcción social (siempre la vas a sentir porque hay un otro que esta del otro lado), y esa es la buena noticia que tengo. El antídoto de la vergüenza es que se “cura mejor” entre personas. Hablar de ella con alguien, sentirse escuchado, valorado, integrado nos va liberando de a poco, y podemos con las palabras ir derribando algunos mitos o monstruitos que tenemos de nosotros mismos.

Algunas pistas que te dejo entonces para apaciguar la vergüenza y para seguir innovando en tu metro cuadrado:

  1. Abrirse, compartir la experiencia con alguna persona de nuestra máxima confianza.
  2. Hablarnos a nosotros mismos como si le estaríamos hablando a una persona que amamos ante una misma situación.
  3. Reconocer la historia, enfrentarla. Lo peor que podemos hacer es enterrarla.

Si callamos nuestra vergüenza, nuestra evolución tanto profesional como personal se paraliza. No podemos innovar, no podemos pensar y actuar en que cosas debemos mejorar y que en otras debemos cambiar por completo. Tal como dice Pete Sheanan, ¨La vergüenza se convierte en miedo. El miedo en aversión al riesgo. La aversión al riesgo mata la innovación¨.

Dejá tu comentario