La verdadera oposición

El episodio del bloqueo a la planta de impresión del diario Clarín no sólo fue el tema que dominó la escena mediática del fin de semana y permitió tapar informaciones importantes como lo que pasaba en Chubut con unas elecciones que apestan u otro fin de semana con turismo a pleno, casualmente temas que no le importaban a la prensa monopólica.

A la par de esa información parcializada (los supuestos piqueteros eran mostrados casi en cadena nacional, aunque privada), la operación permitió comprobar quién encarna a la perfección el rol de oposición.

No son los partidos políticos que pretenden llegar al poder los que hacen de opositores. Es el Grupo Clarín y sus socios mediáticos los que asumen el desafío del desgaste al Gobierno, tal como lo viene haciendo desde el conflicto con el campo y sin mostrar más que lo que se ve a simple vista: la iniciativa que los partidos no osan asumir.

Lo notable del caso es que un tema impuesto desde el multimedios, después es repetido casi como loros por los líderes de la supuesta oposición. Incluso contradiciendo sus postulados básicos y con un énfasis que no ponen en criticar otras cosas que merecen el mismo tono.

Así, por ejemplo, TN anuncia "el bloqueo de Clarín por parte de piqueteros y sindicalistas afines a Moyano", y al rato nomás dirigentes políticos salen en procesión a despotricar contra el líder de la CGT. Parecen pelearse para tener un rato de cámara o micrófono en el monopolio. Ernesto Sanz, precandidato presidencial de la UCR, resume todo: "El Gobierno creó a un monstruo llamado Moyano y ahora no lo puede dominar". Tarde o temprano se sabrá la verdad: no hay ni piqueteros ni camioneros, sólo trabajadores de Clarín despedidos y que reclaman ser reincorporados, junto a sus mujeres e hijos.

Vuelve TN a la carga. Y habla de la violación a la libertad de expresión. Entonces, la obediente corte de opositores sale a escena nuevamente. El que habla es  Pino Solanas: "No sé bien cuál es el origen del conflicto, pero no se puede admitir semejante ataque a la libertad de prensa". Patético. Admite conflicto y desconocimiento, pero por las dudas queda bien con el multimedios.

TN insiste con la violación a la ley. Y sale el constitucionalista Gregorio Badeni, que casualmente siempre interpreta la Constitución en contra de este gobierno, para poner luz: "Lo institucional pasó a segundo plano. Estamos perdiendo institucionalidad", dice, aunque nada dice de las sistemáticas violaciones a lo que él dice defender por parte del Grupo Clarín.

El coro opositor que pasa por los medios monopólicos es interminable: Mauricio Macri, Francisco De Narváez, Julio Cobos, los ya mencionados Sanz y Solanas, Alberto Rodríguez Saa, Eduardo Duhalde, Gustavo Ferrari, por citar sólo a algunos.

Todos corriendo detrás de Clarín para que se sepa que están de acuerdo con él.
En realidad, no saben asumir su rol de opositores, rótulo que parecen encarnar únicamente los medios monopólicos.